Los 26 vascos confinados en Perú: «Señor Marlaska, aquí estamos y no hacen nada»

Javier Ortiz de Lazcano

Bilbao

Martes, 17 de marzo 2020, 15:44

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Los 26 turistas vascos que han quedado confinados en Perú y que intentan sin éxito volver a España desde hace dos días han lanzado un llamamiento desesperado al Gobierno español para que les saque del país andino. «Señor Marlaska, que sale diciendo en la tele que va a repatriar a los españoles. Aquí estamos tirados gastando dinero y ustedes no hacen nada», indica Koldo García, socio fundador de Erandio Bidaiak y organizador del viaje, en un vídeo remitido a elcorreo.com y en el que aparece junto a nueve de los viajeros.

Son 23 vizcaínos, de Bilbao, Durango, Abadiño, Erandio, Getxo... y tres guipuzcoanos que partieron el domingo 8 desde Bilbao para hacer un circuito «cuando no había restricciones para viajar ni del Gobierno español ni del peruano». «La mitad de los viajeros son mayores de 70 años», explica a este periódico García. El de más edad tiene 75 años y el más joven 58. «Hay cuatro personas con enfermedades crónicas que trajeron su medicación y tiene dudas de si podrán adquirir más si seguimos aquí».

En estos momentos se encuentran en Lima a la espera de contactar con la embajada española para buscar una forma de salir del país. «Las fronteras de Perú están cerradas. No sabemos si vamos a estar en este hotel (Mercure Ariosto en el distrito de Miraflores) un día, dos o quince».

La odisea arrancó en la visita a Machu Pichu del domingo. «Tenéis 24 horas para abandonar Perú o quedaréis confinados en este país quince días hasta el 1 de abril». Koldo García recibió este escueto mensaje ayer. El plazo expiraba a las 00.00 horas del lunes, siete de la mañana de hoy en España. En las ruinas incas arrancó una carrera contra el reloj cargada de dificultades y cuyo final no está claro para estos 26 vascos.

La primera decisión fue regresar al hotel Sima de Cuzco a recoger sus pertenencias. La advertencia del Gobierno peruano a los extranjeros era que quien no dejara su país antes de la hora marcada quedaría confinado hasta el 1 de abril. Los gastos corren por cuenta de los turistas. «Preguntamos en el hotel y nos dijeron que todos cierran por el coronavirus, que allí nos nos podíamos quedar», explica García.

No hay vuelta atrás. Buscan conexiones. Encuentran una con cuatro escalas. Cuzco-La Paz-Santa Cruz-Río de Janeiro-Madrid-Bilbao. Cincuenta agotadoras y caras horas, pero con final feliz. «26 billetes con un coste superior a 30.000 euros».

Sin embargo, al llegar al aeropuerto reciben un golpe demoledor. «Está tomado por la Policía y el Ejército peruano y no nos dejan entrar». Contactan con el director de la compañía Amazonas, a la que le habían comprado los billetes, «y nos dice que la orden del Gobierno peruano no podemos salir».

¿Solución? Alquilar un autobús y salir del país por el departamento de Puno, situado al sureste del país y con frontera con Bolivia. «Son 500 kilómetros hasta el límite entre los dos estados, pero es una carretera que recorre los Andes y hay muchos tramos de pistas. Tardaremos alrededor de catorce horas. Esperamos llegar antes de medianoche para cruzar la frontera. Desde allí tenemos unos 150 kilómetros hasta La Paz. Esperamos poder coger un vuelo allí para dirigirnos hacia España», se esperanzó García antes de salir.

Media hora después llegó otro mazazo. «Acabábamos de salir del aeropuerto cuando han llamado por teléfono a nuestro chófer y le han dicho que se dé la vuelta. Los bolivianos han visto que entra mucho europeo por la frontera terrestre y la cierran a las seis de la tarde. No llegamos».

Regresan al aeropuerto, pero las cosas han cambiado. «Nos dicen que nos dejan allí tirados en la calle». ¿Qué hacer? Regresan al hotel. García logra que les readmitan. Horas después la agencia con la que trabajan en Perú les avisa de que viajan a Lima en avión.

A las 07.30 horas peruanas (14.30 en España) García dice desde la capital que no ha podido contactar con las autoridades españolas. «No contestan ni en la embajada ni en los consulados. Gracias a la prensa se está difundiendo y se ve nuestro problema», dice en el vídeo. El Gobierno vasco ha contactado con él a través de Rafael Kutz, delegado en Chile, Perú y Colombia.

¿Qué será de ellos? «No lo sabemos. Nos quedamos aquí a la espera de encontrar o que nos den una solución. Puede ser mañana, pasado o dentro de quince días», se despide García.