El Levante llega con la tormenta, y trae la calma

El equipo buscará los tres puntos ante un rival que tampoco ha abierto la Liga como esperaba. Presenta el mismo balance que el Athletic –una victoria y tres derrotas– y está en el descenso, al igual que los rojiblancos. Ambos bloques necesitan una victoria para calmar sus cuadros de ansiedad y coger un poco de oxígeno. Efectivamente, solo han pasado cuatro jornadas y esto no ha hecho más que empezar. Pero los bilbaínos han vivido una semana complicada que, unida a su trayectoria deportiva, precisa de las píldoras de la felicidad, léase triunfos. El ambiente está excesivamente crispado y de ahí que un marcador favorable se erija en la mejor medicina contra la depresión, aunque sea de forma puntual. Hay que coser la herida.

Lo curioso es que el Levante se cruza de nuevo en el camino del Athletic en una situación difícil. Hace 13 años, los rojiblancos disputaron uno de los encuentros más dramáticos de su historia y lo hicieron contra los valencianos. Necesitaban ganar para seguir en Primera, y lo hicieron (2-0). Más de una década después, el 3 de diciembre de 2018, llegaban con el agua al cuello al feudo granota tras 12 jornadas sin vencer. El proyecto saltó por los aires con aquel 3-0 y conllevó el despido de Berizzo, el primero desde el bienio negro (el de Ziganda fue en 'diferido'), cuyo cargo heredó Garitano. Pues bien, a raíz de aquel desastre todo comenzó a mejorar –como a partir de 2007– y el equipo encadenó siete encuentros sin perder con un balance de cuatro victorias y tres empates. Incluso los rojiblancos acabaron peleando por Europa hasta el último minuto de la Liga, pero una derrota en el Pizjuán les impidió consumar el milagro. Por cierto, mes y medio antes se habían impuesto en San Mamés al Levante por 3-2.

El Athletic recuperó las constantes vitales, estabilizó el rumbo y salió de la tormenta. Solo aquel larguero de Iñigo impidió cruzar la frontera europea. En la temporada 2019-2020, la pasada, el equipo llegaba a su enfrentamiento con el Levante inmerso en una mala racha: solo había logrado una victoria en los siete partidos anteriores y caía al décimo puesto. Pues bien, los de Garitano se impusieron por 2-1 y luego hicieron lo propio ante Osasuna y Granada. Fueron nueve puntos seguidos que les permitieron colocarse quintos en la jornada 15. Una vez más, los granota se disfrazaron de trampolín para que los bilbaínos tomaran el impulso.

Hace poco más de tres meses, los hombres de Garitano volvieron a verse las caras con los de Paco López. ¿Y bien? La historia se repitió. Ganaron y renovaron sus escasas opciones europeas después de perder ante Madrid y Sevilla. De hecho, fue el único encuentro de los cinco últimos que saldaron con un triunfo. No sirvió para meterse en las competiciones continentales, pero una vez más dio alas a los rojiblancos y les permitió soñar con la hazaña.

El domingo se reencontrarán en San Mamés con la imperiosa necesidad de llevarse los tres puntos, los dos. El Athletic solo quiere que la dinámica de los últimos años se mantenga y que los granota supongan un antes y un después en su crisis. Que desaparezca, como las de 2007, 2018 y 2019, entre otras, y que traiga la calma. Una vez más.