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Berizzo, Urrutia e Iribar. abatidos, en el autobús tras el encuentro.. Ignacio Pérez

Esto ya es un drama

El Athletic, de nuevo inoperante en ambas áreas, cae goleado en el Ciutat de Valencia y vuelve a demostrar la extrema gravedad de su crisis deportiva

Lunes, 3 de diciembre 2018

El estadio Ciutat de Valencia, en el número 44 del carrer de Sant Vicent de Paül, pudo convertirse este lunes en el cementerio del Athletic de Berizzo. Solo falta que así lo disponga la Junta Gestora presidida por Josu Urrutia, que es la que tiene la potestad para certificar la defunción y permitir el enterramiento. Su decisión la sabremos este martes o miércoles. Al menos eso sería lo normal en cualquier club. En el Athletic, cualquiera sabe.

La cara de

Levante

Oier, Rober Pier, Chema, Cabaco; Jason, Campaña, Bardhi, Morales (Borja Mayoral, m.88), Toño; Rochina (Vukcevic, m.67) y Roger (Boateng, m.71).

3

-

0

Athletic

Herrerín, Núñez, Nolaskoain, Iñigo Martínez; De Marcos, San José, Beñat (Raúl García, m.70), Muniain, Ganea (Susaeta, m.50); Williams y Aduriz (Capa, m.77).

  • Goles : 1-0, m.48+: Chema. 2-0, m.59: Campaña. 3-0, m.69: Roger.

  • Árbitro : Jaime Latre (C. Aragonés). Amonestó por el Levante a Campaña, Rochina y Roger, y por el Athletic a Núñez, Muniain y Martínez, y expulsó a Nolaskoain, con roja directa, en el minuto 75.

  • Incidencias : partido correspondiente a la jornada 14 de LaLiga disputado en el estadio Ciutat de Valencia ante 19.928 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del exjugador levantinista José Casanova Bonet.

Había tanto en juego que hubo contener el aliento en los compases iniciales, a la espera de comprobar qué Athletic saltaba al campo. A los rojiblancos -lo saben bien los aficionados con un poco de experiencia- es conveniente observarles como los buenos taurinos observan a los toros según salen a la arena. Con un vistazo rápido, comprueban sus hechuras, sus andares y sus primeros gestos para hacerse una idea inicial. Con el Athletic es lo mismo. Hay que analizar la calidad de los primeros pases, la posición de los jugadores, la intensidad en la presión... Pues bien, esa imagen inicial y tantas veces profética del equipo de Berizzo fue este lunes positiva. Ordenados a partir de una defensa de tres centrales y dos carrileros, los rojiblancos

Era un Athletic más o menos prometedor. Desde luego, daba la sensación de que sabía bien lo que se jugaba, de que estaba perfectamente concienciado de lo que le tocaba hacer en el Ciutat de Valencia. El problema, sin embargo, es que

Con este pobre bagaje, uno siempre está en el alambre. Y más ante un grupo como el de Paco López, que sabe muy bien lo que hace y tiene arriba tipos como Morales, Roger y Rochina que puede hacerle un descosido a cualquiera.

El partido se había complicado pero había tiempo de sobra para la remontada. Con esta esperanza afrontamos todos la segunda parte, que comenzó con la lesión de Ganea por un golpe en las costillas y la salida al campo de Susaeta en su lugar. Pues bien, ver cómo se disolvía esa esperanza, contemplar cómo el Athletic, lejos de reaccionar, entraba en una fase de desorganización y bloqueo imposible de entender, fue una decepción enorme.

Fue muy dura de ver esa caída al vacío que Campaña, Roger y Morales aprovecharon para tumbar a su rival con toda facilidad.

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