![Estos leones sí tienen pegada](https://s2.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202101/25/media/cortadas/athletic-marcelino-pegada-kDkG-U1303277216139m-1248x770@El%20Correo.jpg)
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Marcelino avisó la víspera. Era importante que, por fin, su equipo dejara la puerta a cero, algo que no sucede desde su aterrizaje en Bilbao. Con el de anoche van cinco partidos cediendo goles. Pues si quieres taza, taza y media. El Getafe anotó ... a los 18 segundos el tanto más tempranero de esta Liga. La adversidad hubiera derivado en tragedia no hace mucho, pero en este nuevo Athletic del asturiano se quedó en una simple anécdota. El entrenador se hizo cargo de un equipo decaído y lo ha convertido en una máquina ofensiva que se cree capaz de sobreponerse a todo.
El Athletic salió adelante gracias a su capacidad de pegada y a la fe en sus posibilidades. Durante buena parte de la campaña el asunto de la pólvora mojada del equipo se convirtió en el eje central del debate. Gaizka Garitano dejó dicho que era uno de los lastres. «Nos cuesta hacer gol», lanzó tras caer en Valladolid. Además, habló en varias ocasiones de los atacantes. «No tenemos un delantero centro de referencia. Hay carencias que no son fáciles de solventar».
Los números presentan a un Athletic con una enorme potencia de fuego. Da miedo. Ha pasado de una media de 1,1 goles con Garitano a 2,6 con Marcelino. En cinco partidos con el asturiano -Liga, Supercopa y Copa- ha marcado 14 tantos. Ha llegado el nuevo técnico y el Athletic parece otro. Esos problemas ante el gol han desaparecido como por arte de magia. Es un equipo que entusiasma y que promete mucho. Tanto que el principal trabajo del de Villaviciosa en las próximas semanas va a ser que su tropa mantenga los pies en el suelo, algo que no será fácil tras ganar la Supercopa, eliminar al Ibiza en el último minuto y remontar ante el Getafe como paradigma de equipo rocoso. Este plantel se siente ahora como en los grandes momentos de Bielsa o Valverde tras firmar el mejor arranque de un entrenador del Athletic (cuatro triunfos en cinco partidos) desde el húngaro Ferdinand Daucik en el curso 1954-55. Aquel Athletic fue campeón de Copa. Éste ya lo ha sido de Supercopa y lucha por dos Copas.
El ataque rojiblanco fue un vendaval. El equipo es vertical y veloz. Hay movimientos constantes al espacio, agresividad y ambición. Hasta hay un cambio en el arranque del juego. Este Athletic saca la pelota desde atrás para atraer a los rivales y, por tanto, generar espacios arriba que permitan a Williams jugar como le gusta, a campo abierto.
Pero las novedades aparecen también en las jugadas de estrategia. Antes de Marcelino, el Athletic anotó 7 goles a balón parado en 17 partidos, a 0,4 por encuentro. El asturiano hace trabajar una y otra vez estas jugadas a sus futbolistas en sus sesiones a puerta cerrada. Le da resultado. Por esta vía han llegado cuatro dianas en cinco encuentros.
El efecto Marcelino se extiende a todo el ataque. Pesos pesados discutidos como Williams, Muniain y Raúl García han recuperado su mejor momento, pero hay otros jugadores con un rendimiento inesperado porque se les daba por amortizados. Son los casos de De Marcos, quien de nuevo con confianza en su tobillo maltrecho se acerca al nivel de su etapa con Bielsa, o un Balenziaga que parecía encaminado a la puerta de salida y está tan bien que hasta dio una magnífica asistencia de gol. Este Athletic enamora porque tiene pegada y ha demostrado que puede jugar muy bien al fútbol.
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