Leganés 0-2 Athletic | Jornada 7 de LaLiga EA Sports 2024/25

El Athletic impone su mayor pegada y su mejor suerte

La victoria rojiblanca, que les coloca quintos en la tabla. fue la típica que se produce, simplemente, por la diferencia de tamaño entre dos equipos. El grande se come al chico. Así es la vida y así ocurre tantas veces en el fútbol. El Athletic, sencillamente, tuvo la pegada y la suerte que no tuvo el Leganés. La primera la demostró en el 0-2, en un contragolpe fabricado por Gorosabel, que se fue arriba en busca de aventuras y acabó dando un pase magistral a Iñaki Williams, cuyo remate fue perfecto. Y la segunda se vivió en dos jugadas muy seguidas, a la hora de juego: un desvío de Unai Núñez a su portería que pegó en el poste y un remate de Vivian que rebotó en la espalda de Sanz, dejó vendido a Soriano y supuso el 0-1.

Lo cierto es que al Athletic todo le salió bien en una tarde en la que, como estaba previsto, Valverde comenzó a materializar su plan de rotaciones que ejecutará a lo largo de la temporada, al menos mientras su tropa tenga que afrontar tres competiciones. Hizo seis cambios respecto al choque contra la Unión Deportiva Las Palmas dando entrada a Gorosabel, Unai Núñez, Vesga, Unai Gómez, Berenguer y Djaló. El rendimiento de este sexteto fue irregular. Hubo un poco de todo, como en botica. Destacó de lejos Berenguer, uno de los mejores del partido. Lo importante, en cualquier caso, es que después de un rotación tan grande el equipo fue reconocible y acabó ganando.

Los primeros compases sirvieron para que los dos equipos se adaptaran al estado del césped, castigado por la lluvia pero practicable, y para que dejaran muy claras sus intenciones. La del equipo de Borja Jiménez era echar raíces con un 5-4-1 y esperar la suerte en algún contragolpe a través de Haller, su mejor futbolista. La del Athletic era dominar, jugar con criterio e intentar profundizar con peligro. Lo primero lo consiguió, entre otras razones por una muy poderosa: el Leganés le cedió la posesión. Lo segundo ya no fue tan sencillo, aunque Galarreta lo intento, no así Vesga, que no dio una a derechas. Y lo tercero, lo de profundizar con peligro, ya fue casi imposible. Con decir que, hasta el descanso, los rojiblancos sólo dispararon una vez entre los tres palos -un tirito de Djaló en el minuto 39 que detuvo sin problemas Soriano- está todo dicho.

El problema del Athletic para hacer efectivo u dominio saltó a la vista desde los primeros minutos. Sencillamente, no le llegaba con las acciones de Berenguer y Nico Williams por su bandas. Necesitaba más y no lo ofrecían ni Unai Gómez, un futbolista limitado para hacer el papel de Oihan Sancet, ni Djaló, que no terminaba de saber lo que hacer, por dónde moverse para buscar rendijas entre los tres centrales del Leganés. Si a esto se añade que Berchiche apenas percutió por su banda y que Gorosabel estuvo fatal y no mejoró hasta después del descanso, el panorama sólo podía ser uno: aburrimiento a mansalva, con una única oportunidad de gol, a favor del Leganés, por partida doble, en una contra entre Haller y De la Fuente.

El partido cambió en la segunda parte, que el Athletic arrancó con la mala noticia de la ausencia de Nico Williams, lesionado en el tobillo tras una acción con Rossier muy poco antes del descanso. El Leganés se fue hacia arriba, estirando a su carrileros, la posesión se repartió y el duelo se animó en un toma y daca un poco desbarajustado pero emocionante. Ante este giro de los acontecimientos, Valverde no lo dudó e hizo un triple cambio en el minuto 56 dando entrada a Iñaki Williams, Sancet y Prados en lugar de Djaló, Unai Gómez y Vesga. Y la cosa mejoró bastante. Fue una sensación de percepción general: los jugadores se sintieron más fuertes y comenzaron a llegar con más peligro. La banda derecha, sobre todo, se activó mucho. Y es que ocurrió algo curioso: fue como si la presencia de Iñaki Williams despertase a un dormido Gorosabel y hasta le afinase la puntería a la hora de centrar.

Eso sí, el 0-1 tuvo llegar con un churro de Vivian, que poco antes había estado a punto de marcar uno de los goles de su vida, una chilena que se le fue al larguero. El gol no afectó al juego, que continuó con idas y vueltas, seguramente con el Leganés esperanzado de lograr un empate. De hecho, estuvo a punto de llegar en un cabezazo de Haller que se le escapó a Agirrezabala, pero el costamarfileño estaba por poco en fuera de juego. Iñaki Williams, en cambio, supo estar en una posición perfecta para firmar el 0-2. Fue en el minuto 75. A partir de ahí, lo único que se vio es a un Leganés voluntarioso estrellándose una y otra vez contra su falta de contundencia y una fortuna esquiva.