El Manchester City pagará los 65 millones de cláusula al Athletic y fichará a Laporte 6 temporadas

A la espera de que el dinero esté en las cuentas del Athletic, Laporte continúa siendo rojiblanco. Por eso, hoy entrenará con el equipo a las 10.00 horas de la mañana en San Mamés

En una operación relámpago, el Manchester City llegó anoche a un acuerdo con Aymeric Laporte (Agen, Francia, cumple 24 años en enero) para fichar al central. Se va con seis campañas en el primer equipo, 222 partidos y 10 goles.

Josu Urrutia aún suspiraba aliviado por renovar a Kepa Arrizabalaga cuando vio acercarse la tormenta por el norte. El presidente se desplazó en la mañana de ayer a Lezama, habló con el central y conoció que a la segunda oportunidad aceptaba la propuesta de Pep Guardiola de ficharlo.

Guardiola volvía a por Laporte por segunda vez y ahora ha sido la definitiva. El entrenador del Manchester City había indicado a su club que quería dos fichajes en el actual mercado de invierno, que concluye el próximo 31 de enero, un central y un mediocentro, y señaló a Laporte como primero en la lista de defensas. Le seguía Jonny Evans, de West Bromwich Albion. En el centro del campo, el elegido es Fred, del Shakhtar Donetsk ucraniano.

El sábado, Guardiola se reunió con Ferran Soriano, consejero delegado del City, y 'Txiki' Begiristain, director deportivo, e indicó que con su equipo metido en cuatro competiciones (Liga de Campeones, Liga, Copa y Copa de la Liga, cuya final alcanzó anoche) necesita refuerzos.

Laporte conoció el interés del club inglés y por la tarde supo que la propiedad del Manchester City daba permiso a sus ejecutivos para pagar los 65 millones de su cláusula. La operación ya estaba lanzada y no tenía marcha atrás.

Según las fuentes consultadas por este periódico, el City afrontará en las próximas horas el operativo del pago de la cláusula y la hará efectiva en los próximos días.

En el centro de la defensa del City, Stones y Otamendi son fijos. Pero el belga Kompany no ofrece garantías porque se lesiona mucho y Mangala no cuenta apenas. El exvalencianista apunta a salir tras quedar muy lejos de justificar los 43 millones de su traspaso.

Laporte aparecía aquí como el objetivo prioritario. El jugador remitió al City al Athletic y por eso Urrutia sabía desde primera hora de la mañana cuál era la situación. El defensa de Agen es una apuesta de futuro, mientras el norirlandés Evans, de 30 años, ofrecía menos recorrido. Guardiola siempre ha creído que la exquisita salida de balón de Laporte mezclaría muy bien con el juego de su equipo.

Los recientes fracasos del City en el mercado añadieron presión sobre Soriano y Begiristain para cerrar a Laporte. Al club 'citizen' se le escaparon dos fichajes en el mercado invernal. El central Van Dijk firmó por el Liverpool y Alexis ha elegido el United. El primero costó 85 millones, una cifra astronómica para un defensa y que demuestra que la entidad tiene músculo económico para afrontar sin problemas una operación como la de Laporte.

Laporte es un viejo anhelo de Guardiola. Lo intentó fichar cuando era entrenador del Barcelona y también para el City. En esa última oportunidad, Urrutia frenó la operación con una ampliación de contrato que convirtió al francés en el mejor pagado del vestuario -4,5 millones de euros netos- hasta la renovación de Kepa. La cláusula de Laporte es de 65 millones, que se elevaban a 70 en junio.

Aquel verano, el defensa francés escuchó a sus asesores antes de tomar una decisión sobre su porvenir, aunque la última palabra fue suya. Entendió entonces que debía madurar más antes de plantearse una aventura en otro club. Dos años después, es un jugador curtido. Uno de los argumentos que han empleado los ingleses para reclutarle es que le será más fácil saltar desde allí a la selección francesa, uno de sus viejos sueños. El central se quejó de ello en octubre: «Si tuviera el mismo nivel en otro club, sería más probable que estuviera en la selección de Francia», dijo.

Laporte había aparecido también en las agendas del Chelsea, PSG y Barcelona. El Manchester City no le sedujo en 2016, pero sí ahora. En aquellos momentos, con Guardiola recién llegado, había dudas sobre el potencial que podría alcanzar el equipo. Hoy es uno de los mejores del mundo. En 2016 pensaba además que un día podría venir el Barcelona a por él, algo que con la llegada de Ernesto Valverde al banquillo azulgrana quedó descartado.