Kily González recuerda su pelea a puñetazos en San Mamés con Lizarazu: «Mi papá me quería matar»

El jugador argentino del Zaragoza desvela que el club maño le mandó un mes a su país tras el incidente

Martes, 17 de diciembre 2024, 19:31

Quizá sea uno de los episodios más bochornosos de San Mamés, del extinto estadio del Athletic. Sucedió el 9 de marzo de 1997, en un encuentro entre la formación vizcaína y el Zaragoza. En el minuto 41, de repente, se enfrascaron a puñetazos Bixente Lizarazu, por parte rojiblanca, y Christian 'Kily' González, del lado maño. En el minuto 41, según el acta arbitral, los dos intercambiaron una serie de puñetazos iniciados por el argentino. Ambos fueron castigados con cuatro partidos de sanción.

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Pues bien, 27 años después, el sudamericano recuerda aquel episodio en una entrevista con 'Relevo'. Es directo. Y cuenta las consecuencias que tuvo para él, tanto en el plano personal, como en el lado deportivo una pelea que se retransmitió para todo España ya que era el partido elegido por Canal Plus como el duelo de la jornada.

«Yo me agarro a hostias, perdón la palabra, con Lizarazu, en un Athletic-Zaragoza. Había sido terrible. A mí me llama el presidente (Alfonso Solans= y fíjate, tengo 50 años, me pasó con 21 y todavía lo recuerdo y trato de comentárselo a los chicos. Yo pensaba 'me echan'. Ese partido era el partido del Plus». Y por eso, lo vieron sus progenitores: «Mis padres estaban en mi casa. Imagínate a mi padre. Cuando llegué a Zaragoza, mi mamá estaba despierta pero mi papá se había ido a dormir, me quería matar por la vergüenza deportiva que había sentido él, que yo le estaba haciendo sentir a él».

Más tarde, tuvo que acudir a la sede del Zaragoza, una reunión. «Al otro día el presidente me cita al club, y me dice, 'mira, yo te voy a decir una cosa, si tú no acomodas la azotea, el techo, como decimos nosotros, yo automáticamente te rescindo contrato. Y me encargo no solamente de que no juegues en Zaragoza, sino de que no juegues en España, porque esto aquí no es así. Entonces ahora te vas a ir a Argentina, te vas a ir y vas a volver cuando nosotros te llamemos'. 'Pero…'. 'No, no, no, esta noche te vas a Argentina'. Y me fui a Argentina. Llegué a mi casa y digo, 'nos tenemos que ir'. Y me vine un mes a Argentina. Al mes me llaman. Yo entrenando en Argentina. Esto no lo conté nunca. Y llego a Zaragoza, me quedaban dos semanas para volver a jugar. Y empiezo a entrenar. Y cuando entro al partido en La Romareda me empieza a silbar todo el estadio. Yo dije 'epa, ¿qué pasa aquí? Y me di cuenta de que esto iba por otro lado'.», narra.

En la conversación también le preguntan por si habló con Lizarazu. Responde manera afirmativa. «Nos encontramos en un partido de Champions, nos saludamos bien. Pero la locura, las reacciones que yo tenía, no me siento orgulloso de ellas, ni mucho menos. Me dije 'yo estoy loco', esto por aquí no va. Aparte esto no es que pasó y ya, estas cosas marcan y permanecen de por vida».

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