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Las pruebas a la que han sido sometidos esta mañana tanto Kepa Arrizabalaga como Mikel Balenziaga determinan que no volverán a jugar hasta 2018. Las lesiones que arrastran el portero, en el pie derecho, y el lateral izquierdo, en el cuádriceps derecho, ... les impedirán estar el viernes en Sevilla frente al Betis (19.30 horas) y quizá tampoco podrán jugar el derbi contra el Alavés a la vuelta de la Navidad (7 de enero, en San Mamés).
El vizcaíno, internacional absoluto, caído a última hora del derbi frente a la Real por los problemas que arrastra desde el 26 de noviembre en el tobillo, sufre «una fractura incompleta, producida por micro-traumatismos de repetición, en la base del segundo metatarsiano del pie derecho». Esto es, una lesión que se ha producido por «sobrecarga», como afirmó el sábado José Ángel Ziganda. Kepa se entrenó durante toda la semana y se cayó de la convocatoria sobre la bocina. Y hoy no se ha ejercitado.
Por su parte, Balenziaga se rompió en el derbi, al dar al balón con la derecha –su pierna mala- y no tardó nada en pedir el cambio porque supo en el momento que se había hecho bastante daño. Sufre «una rotura miofascial distal profunda, grado II, en el recto anterior del cuádriceps derecho». En principio, estará al menos tres o cuatro semanas de baja. En ninguno de los dos casos el Athletic indica un tiempo determinado, sino que se agarra al habitual «pendiente de evolución».
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