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Empieza una nueva etapa en el Athletic. A mitad de temporada, con Gaizka Garitano despedido cuando menos se lo esperaba, el vestuario ya ha estrechado la mano a Marcelino García Toral. El relevo en el banquillo ha puesto en guardia a todo el mundo: a ... los que jugaban todo y a los 'olvidados'. Unos quieren conservar su estatus y otros modificarlo, pasar de la nada a algo o a mucho, en función de las preferencias del nuevo jefe. Ayer se entrenaron a sus órdenes por primera vez a solo dos días del partido de mañana ante el Barcelona, en el que se verán los contornos de la criatura que pretende definir el técnico de Villaviciosa. Los jugadores que no contaban para su antecesor en el cargo y los que incluso pidieron marcharse públicamente disponen ahora de una bola extra para intentar convencer al míster, a quien no le tiembla la mano a la hora de apostar por jóvenes si lo considera oportuno.
Hay una docena de futbolistas que, en mayor o menor grado, conformaban lo que comúnmente se conoce como el fondo de armario. Algunos eran más usados que otros, pero en cualquier caso su cuota de protagonismo estaba alejada de una participación regular. De hecho, hasta nueve rojiblancos no han llegado a los 100 minutos en lo que va de la Liga, es decir, apenas un 6% del total -algunos ni eso-. Pues bien, con la llegada del nuevo entrenador ven una oportunidad de revertir su situación e intentar dar un paso adelante, olvidándose por ahora de la posibilidad de buscar una cesión en el recién abierto mercado de invierno. Iago Herrerín fue el primero en decir que quería irse, espoleado por temas extradeportivos, luego lo reclamó Unai Nuñez, que reculó y renovó hasta 2025, y finalmente Kenan Kodro expresó su deseo de acumular horas de fútbol lejos de Bilbao, donde llegó hace dos años.
Desde luego que no son los únicos que ven una oportunidad de cambiar su estatus bajo el mando de Marcelino. Ibai Gómez, quien se rompió la clavícula en agosto y figura en la agenda del Cádiz, lleva más de un mes listo para jugar y aún no se ha estrenado. Garitano no solo no le ha dado minutos, sino que la mayoría de las veces le ha dejado fuera de la convocatoria. Algo parecido ocurre con Iñigo Córdoba, que ha pasado de ser casi un futbolista 'fetiche' del deriotarra a desaparecer del mapa. Así lo atestiguan sus números: apenas tres partidos para un total de 95 minutos. A modo de comparación, a estas alturas de la pasada Liga llevaba 696. Ambos extremos aguardan con expectación los movimientos del técnico asturiano.
La lista de los menos habituales es larga y en ella también figuran futbolistas como Lekue, Iñigo Vicente, Balenziaga, Morcillo y Zarraga, entre otros, además de los dos porteros suplentes aún inéditos este curso y el lesionado Nolaskoain. Tal vez lo casos más llamativos sean los de los jóvenes, los meritorios, que no han terminado de tirar la puerta abajo con Garitano. Una de las grandes sensaciones de la pretemporada como Jon Morcillo ha ido claramente de más a menos, penalizado por el fichaje de Álex Berenguer. El extremo ha participado en 14 partidos, una gran cifra, pero sus 483 minutos dejan una media de apenas 34 por encuentro, la mayoría de ellos consumidos al inicio de la Liga. Iñigo Vicente, uno de los mayores talentos de Lezama, ha recibido migajas en forma de 32 minutos, mientras que Zarraga, un centrocampista muy interesante, ha dispuesto de 92 repartidos en cuatro encuentros.
En el fondo de armario también están Lekue y Balenziaga, dos jugadores cuyo protagonismo ha ido menguando durante las últimas temporadas. El guipuzcoano solo juega cuando está lesionado o sancionado Yuri, con 391 minutos acumulados hasta ahora, mientras que el bilbaíno ha sido testimonial con Garitano: 32 minutos. Solo los dos porteros suplentes, el lesionado Nolaskoain e Ibai -todos con el contador a cero- están debajo de él.
Enero es muy largo y quedan muchos partidos, nada menos que seis, que podrían llegar a ser hasta ocho si el Athletic se mete en la final de la Supercopa y si supera los dieciseisavos de la Copa. Marcelino lleva días perfilando el equipo y habrá que ver qué decisiones toma respecto al once titular y los menos habituales. Todo el mundo está a la espera y las primeras pistas llegarán mañana ante el Barça, donde se intuirá por dónde van los tiros. Se suele decir que cuando llega un técnico nuevo todos parten de cero, pero no es verdad. Hay piezas fijas e inamovibles, pero sí que se abre una ventana para los que no han podido demostrar su valía lo hagan. El reloj está en marcha.
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