Un monumento para recordar 125 años de una historia irrepetible

El Centenario dejó para la historia la visita de la selección de Brasil, campeona del mundo cuatro años antes, en vísperas de celebrarse el Mundial de Francia, en el que perdió la final ante los anfitriones. Taffarel, Cafú, Aldair, Roberto Carlos, Rivaldo, Bebeto, Ronaldo… llenaron dos veces San Mamés, en el entrenamiento de la víspera y el día del partido, que terminó con empate a un gol.

Si nos remontamos a la celebración de los primeros 50 años de vida del Athletic, encontramos el Torneo de Históricos que disputó a doble vuelta contra el Barcelona y el Real Madrid. El último partido se jugó en San Mamés como acto culminante de una celebración muy del estilo de la época con profusa presencia de autoridades religiosas, civiles y militares, que tuvo su prólogo en una misa de campaña en el mismo campo y unas exhibiciones de levantamiento de piedra, aizkolaris y partidos de pelota en el Euskalduna. El Athletic goleó 5-0 al Barcelona, aunque los blaugrana ya se habían hecho con el trofeo por sus dos victorias contra el Madrid y ante el Athletic en la ida.

La estatua de Iribar que se desveló el sábado en la explanada de San Mamés será el recuerdo perenne que nos dejará el 125 aniversario que ha culminado este fin de semana después de un año salpicado de diversos eventos. El monumento será un magnífico legado, además del mejor homenaje en vida, que es como hay que hacer estas cosas, a una leyenda del club. Es el primer memorial rojiblanco que ocupa un espacio público saliendo así de Lezama, o del interior de San Mamés, donde se encuentran los de Pichichi, Zarra, Gainza, Larraza y los presidentes Oraá y Uria.

El monumento a Iribar es una obra espléndida que refleja la personalidad del Txopo; transmite la sencillez y la sobriedad que irradiaba el portero bajo los palos y el ser humano en la vida y evoca el estilo con el que los históricos clubes ingleses recuerdan a los suyos. San Mamés y la explanada adyacente lucen de otra manera a partir ahora. La imagen del conjunto destila fútbol por los cuatro costados. Sin duda, ha sido una gran idea.

Al aniversario solo le ha faltado un evento futbolístico de primer nivel para redondear la celebración, porque un partido de veteranos no puede calificarse como tal, por mucha carga simbólica que tenga el oponente, el Oporto con el que el Athletic se estrenó en la Copa de Europa, y la nostalgia que despierta la reaparición sobre el césped de futbolistas que tanto nos hicieron disfrutar.

Tampoco lo fue la visita del Chivas, que se vendió como prolegómeno de la celebración, como lo demuestra la escasa respuesta del público, que apenas llenó un tercio del aforo de San Mamés. Un público que también fue abandonando el campo antes de tiempo mientras los veteranos se esforzaban sobre el césped. El póster conmemorativo fue motivo de debate en su día. Tratar de resumir una historia como la del Athletic seleccionando a unas pocas de sus figuras, es una tarea prácticamente imposible y lleva aparejado el riesgo de incurrir en agravios comparativos, pero que en la imagen no aparezca ningún representante de seis de las ocho Ligas que ha ganado el Athletic sí puede calificarse como un error histórico.

El nombramiento de un embajador del club cada mes ha sido una buena manera de mantener encendida la llama de la celebración a lo largo del año, además de una forma de conectar al Athletic con diferentes realidades ajenas al fútbol. Seguro que el Athletic ya tiene unos cuantos seguidores más por esos mundos. Como recordatorio, estos han sido los nombramientos desde enero hasta diciembre: el golfista Jon Rahm, el pelotari Jokin Altuna, Honey Thaljieh, fundadora y capitana de la selección palestina de fútbol, el exfutbolista alemán Thomas Hitzlsperger, primer jugador en hacer pública su homosexualidad, Marino Lejarreta y Joane Somarriba, la madre de los Williams, María Arthuer, el escritor mexicano Juan Villoro, el entrenador de baloncesto Txus Vidorreta, el actor Julián López, la actriz Itziar Ituño, Aiora Renteria, voz de Zea Mays, y el socio Miguel Isasi, elegido por sorteo en representación de la masa social rojiblanca.

El Athletic ya ha cumplido 125 años de vida y disfrutando de una muy buena salud, como lo volvió a demostrar el sábado. Cumplirá muchos más, seguro, porque a pesar de los agoreros que tantas veces han anunciado su entierro, sigue estando hecho un chaval.