Martón como tema de conversación

En otras circunstancias, que un meritorio marque tres goles en verano no pasaría de lo anecdótico. Pero hablamos de un Athletic al que sólo le falta salir en procesión con una efigie de Zarra haciendo rogativas para que llueva un goleador. El aficionado angustiado quiere adivinar un hombre-gol, o al menos un proyecto, en cada jugador del Athletic que acierte en un par de partidos. Guruzeta, Villalibre… ahora Martón, alguien, en definitiva que cubra de una vez por todas con esa vacante que dejó Aduriz.

De momento, el tercer gol del navarro ha servido para modular de alguna manera el mensaje de Valverde. El técnico ha pasado del «esa posición la tenemos cubierta» con la que recibió el fichaje del chaval, al «lo tenemos que valorar porque es una buena opción», que abre la puerta a la posibilidad de que el delantero empiece la temporada en la plantilla, lo mismo que hizo Villalibre, el pichichi del verano pasado, sin ir más lejos. En cualquier caso, la incógnita se resolverá pronto y puede que para entonces ya hayamos encontrado otro tema de conversación.

Javier Martón fue el destacado contra el Eibar gracias a su gol, pero no está de más recordar que su cabezazo vino precedido de un muy buen centro de Imanol García de Albéniz desde el costado izquierdo, y no fue el único, así que si tenemos en cuenta que los centros bien templados y con ventaja para el rematador tampoco abundan en el Athletic últimamente, sería justo señalar al lateral como aspirante cualificado no solo a quedarse en la plantilla sino incluso a tener plaza en el equipo titular dadas las circunstancias. Imanol no sería el primer cachorro que llega al primer equipo sin hacer demasiado ruido y termina quedándose con el puesto.

Como era de esperar, Valverde aprovechó la cita de Las Llanas para alinear un equipo lleno de meritorios, dando minutos al grupo de los que regresarán al Bilbao Athletic o partirán hacia distintas cesiones para ir haciendo méritos de cara al futuro. Es muy aventurado extraer conclusiones definitivas de este tipo de partidos, tan parecidos a cualquier entrenamiento en Lezama pero, a primera vista, y por recurrir a ese símil tan de moda del canterano aporreando la puerta del vestuario como Pedro Picapiedra hasta derribarla, podemos decir que, de momento, el Athletic no necesita contratar a ningún carpintero; se oye algún golpe, sí, pero la puerta sigue intacta.

Tal y como se está desarrollando la pretemporada da la impresión de que a Valverde sólo le queda despejar la incógnita de Martón para terminar de confeccionar su plantilla. La decisión no es baladí porque pondrá de manifiesto el talante del entrenador. Si finalmente el delantero queda descartado, el técnico alimentará el discurso de los que le acusan de no dar oportunidades a los jóvenes y de refugiarse en sus veteranos de confianza, por no hablar de los que le tildan de triste, que es la descalificación definitiva en el idioma rojiblanco.

Si cuenta con Martón, se medirán cronómetro en mano no solo los minutos del delantero en el campo sino la calidad de los mismos para valorar el nivel de confianza del técnico. Así que el delantero seguirá siendo el tema de conversación favorito del aficionado rojiblanco porque en el fondo todos sabemos que cuando hablamos de Martón, en realidad estamos hablando de Valverde.