La final de Copa no distrae a los jugadores

En lo que se refiere al antes y al durante de esos noventa minutos cruciales, las noticias son positivas. Hasta la fecha, la gestión de un operativo siempre complicado está siendo impecable por parte del club y, a diferencia de ocasiones precedentes, el proceso no está generando debates que solo sirven para provocar un desgaste inútil. La transparencia, detallando por ejemplo el destino de las entradas que se ha quedado Ibaigane, tiene mucho que ver con este estado de cosas. En este sentido, la final está muy bien encaminada, lo que es de agradecer.

La semana ha venido marcada por el sorteo de las entradas para la final, pero su punto culminante en lo deportivo llega esta noche con la visita de un Alavés que se presenta en La Catedral en una posición desahogada en la tabla gracias, sobre todo, a los buenos resultados que ha venido obteniendo últimamente en sus desplazamientos, con empates en Anoeta y Villarreal y victorias en Almería y Villamarín, entre otros marcadores. De hecho los babazorros solo han sufrido dos derrotas -en Mendizorroza ante el Barcelona y en el Sadar- en las últimas diez jornadas. Es un equipo en buena racha que, a diferencia de la primera vuelta, suma los puntos que merece su desempeño en el césped.

Aunque el ambiente general sea de Copa, y la afición esté absorta en organizar los múltiples frentes que hay que cubrir para acudir a la final, los protagonistas demostraron hace siete días en Las Palmas que el entorno no les está distrayendo y siguen muy concentrados en la Liga. Jugadores y técnico tienen muy claro que no hay mejor forma de afrontar la final que llegando en una dinámica positiva de juego y resultados. Con esta mentalidad y jugando en San Mamés, no es aventurado concluir que el Athletic tiene muchas opciones de seguir consolidando su posición europea sumando tres puntos que les permitan como mínimo mantener la distancia con sus perseguidores y, por qué no, aspirar a acercarse e incluso rebasar a un Atlético de Madrid que recibe al Barcelona después de la paliza que se dio para eliminar al Inter el pasado miércoles.

Soñar es gratis y aunque perderse en los cuentos de la lechera sea siempre un ejercicio poco recomendable, a estas alturas la tentación de echar mano de la calculadora es irresistible. Aunque los jugadores insisten en su lema, 'a lo bajini', que viene a ser la versión rojiblanca del clásico 'partido a partido', hasta un tipo tan ponderado y sensato como Vivian, no ha podido evitar referirse a la Champions League como un objetivo perfectamente viable para un equipo que este año, a diferencia de cursos anteriores en los que ocurría todo lo contrario, está rompiendo récords positivos. Este Athletic se está ganando su derecho a soñar con argumentos tangibles, con puntos contantes y sonantes.