Se avecina un verano largo con Nico Williams

Puestas así las cosas, uno prefiere seguir confiando en que la percepción de Uriarte sea la correcta y que el jugador, efectivamente, esté tan a gusto en Bilbao y en el Athletic que le sigamos viendo en San Mamés cuando arranque la Liga el próximo mes de agosto. Lo que no podremos evitar es un verano largo y pródigo en rumores acerca del futuro de Nico quien, a diferencia de algún compañero como Unai Simón, nunca se ha mostrado excesivamente pródigo a la hora de proclamar su fe rojiblanca. La verdad es que tranquilizaría bastante a la parroquia un guiño en este sentido ahora que le buscan los micrófonos y las cámaras de media Europa.

No nos engañemos. Las cosas no han cambiado tanto a raíz del partido de este jueves. Los intermediarios y los responsables de confeccionar plantillas a golpe de talonario llevan tiempo tras la pista de Nico Williams, le conocen de sobra y, muy probablemente, saben también al detalle el importe de su cláusula y las condiciones de su contrato. A estas alturas y aunque el propio jugador describiera la Eurocopa como un «escaparate», ninguno de los profesionales implicados necesita esperar a una cita de este calibre para tener un conocimiento profundo del mercado. Eso sí, un torneo de esta categoría sirve como calibre para confirmar si un futbolista es capaz de rendir a su máximo nivel en la más alta competición. Ahora ya sabemos que Nico es capaz de repetir sus actuaciones ligueras en el Athletic cuando juega en la cumbre, algo que no quedó nada claro en su debut ante Croacia. La joven promesa ya es una realidad incontestable a sus veintiún años.

Nico Williams se lució hasta acabar proclamado como el mejor jugador del partido. La verdad es que el marcaje de Di Lorenzo no fue precisamente aquel célebre de Gentile a Maradona en el Mundial de España en Sarriá del que se cumplirán cuarenta y dos años el próximo sábado. Una sola falta cometió el capitán del Nápoles en su tarea de frenar al rojiblanco, algo insólito tratándose de un defensor italiano. Será cosa de la globalización y de la pérdida de identidad, pero llama la atención que el jugador más determinante del partido se fuera con el balance de una falta recibida y otra cometida.

Con la clasificación en el bolsillo lo más probable es que Nico Williams vea el partido contra Albania desde el banquillo, así que tendremos que esperar al cruce de octavos para comprobar las medidas que tomarán en adelante los rivales y el talento del extremo para sortearlas. Spalleti ya reordenó su defensa tras el descanso a la vista del roto que le había hecho en la primera parte, pero Di Lorenzo siguió desbordado. A pesar de las ayudas que recibió el lateral una acción personal de Nico desembocó en el gol que decidió el partido y otra maniobra individual acabó en un magnífico remate que se estrelló en larguero.

En una Eurocopa en la que hasta el momento no están brillando las individualidades, Nico Williams ha sido el primer gran protagonista con todo lo que ello conlleva. Si hasta la fecha su nombre nunca faltaba en la rumorología, lo más probable es que en los próximos días le ubiquen en al menos media docena de equipos. Salvo que medie una declaración del interesado lo suficientemente explícita como para acabar con las especulaciones, nos espera uno deesos veranos que ponen a prueba la paciencia y la fe del aficionado.

Más nos vale aferrarnos a las palabras tranquilizadoras del presidente en su condición de conocedor de primera mano de las intenciones del jugador, al menos hasta la fecha. No vaya a ser que de tanto ponernos en lo peor antes de tiempo, acabemos en la profecía autocumplida.