Toshack y el león del Athletic

Quienes tenemos amigos de otros clubes sabemos que no siempre están de acuerdo con el fondo o las formas de sus dirigentes, técnicos, jugadores o parte de la afición. Lo he comprobado, una vez más, con seguidores del Atlético de Madrid. Evitamos hablar en la previa y tras el partido todo se ha limitado a una correcta felicitación por su parte y comprensión por la nuestra. No tienen ganas de circo. Lo hablaba ayer con una amiga colchonera y le contaba la anécdota del galés. De hecho hice lo mismo en la previa del Athletic Club-Real Sociedad de hace pocas semanas. Conté a amigos txuriurdines lo del león dormido. Tras el partido me dieron la razón. En la vida en general y en el deporte en particular azuzar al rival es un arma de doble filo. Se entiende que Cerezo o Simeone no recuerden, ni les importe, lo que pasó allá por 1988 en un partido entre equipos vascos. Pero les bastaba con recordar los titulares del pasado mes de enero. Tanto el entrenador realista, como algún jugador y determinados periodistas calentaron el partido con aquello de que era la gran cita anual y que les ponía más ganar al vecino en Liga que seguir adelante en Champions. Y al escucharlo, el león despertó.

Limitar el triunfo o la derrota a que te metan cizaña con mejor o peor maestría resultaría estúpido. Depende del estado de ambos equipos, del nivel en ese momento, de la calidad de sus plantillas y de la suerte, que también juega. Pero si hay un equipo al que le encaja como un guante la frase de JB es el Athletic. Y lo de la Real no fue nada en comparación con posteriores palos al león. Bien lo sabe el Barcelona que nos ha ganado un carro de finales y no se les ocurrió otra cosa que publicar en la previa de los cuartos de final las fotos de los trofeos que nos han ganado, bajo el lema: «Nuestros mejores recuerdos vs Athletic en Copa». Total que el león despertó. 4-2 y Xavi deprimido. La persona que tuvo esa idea, no olvidemos que trabaja en el club y se dedica a eso, debería pensarlo bien la próxima vez que quiera ser creativo. No olvidemos que era un tuit oficial, no un simple aficionado. Pero no es cosa de ahora, ni de equipos concretos. Recordemos a Del Nido y el Sevilla. Decía César de Los Morancos, fiel seguidor de ese equipo, que jamás olvidará la frase del mandatario sevillista antes del partido de vuelta. «Nos vamos a comer el león de la melena al rabo». Sabemos lo que pasó. El león despertó. Remontada histórica. Y suma y sigue. De hecho nosotros hemos cometido el mismo error minusvalorando al rival o poniéndole la muleta para que entrara a trapo y tampoco salió bien.

Por eso deberíamos leer más y tirar de hemeroteca. Solo así entenderíamos que no se puede invadir Rusia en invierno, ni ganar al fútbol metiendo cizaña. Sobre todo si el rival es el que ruge en cierta Catedral. Aunque debo confesarles algo. Me gustaría que nos busquen las cosquillas. Un poquito. Tanto antes del partido de vuelta como, si pasamos, en la previa de la final. Ojo, que sean ellos. Nosotros a lo nuestro. Respondiendo sin acritud. Ganando por silencio. Como han hecho, en esto hay que aplaudirles, el entrenador y el presidente del Athletic. Pero el resto que enrede. Porque está claro que, en las citas importantes, solo espabilamos si llevamos el ceño un poquito fruncido. Ya saben la razón. Tiene que ver con lo que decía Toshack. «Nunca debes molestar con un palo a un león dormido».