Lesión inoportuna de Yeray, fichaje oportuno de Nuñez

Así que cuando a finales de la temporada pasada apuntó la necesidad de fichar un defensa central fue, porque después de analizarlo desde todos los ángulos, de contemplar todas las posibilidades dentro del club y hacer encaje de bolillos con las piezas que tenía, llegó a la conclusión de que necesitaba un jugador más en ese puesto. Que no era un capricho, sino una necesidad perentoria.

Entre otras cosas, porque en pocas ocasiones se produce la carambola de la temporada pasada en la que durante muchas jornadas dispuso solo de dos jugadores para ese puesto, que rindieron a un nivel extraordinario, y que apechugaron con molestias que en otras ocasiones predisponen a descansar. Pero ambos conocían la situación, afortunadamente no sufrieron lesiones que les impidieran jugar, y su nivel de concentración propició que no fueran suspendidos por acumulación de amonestaciones. No vieron la quinta tarjeta amarilla después de arrastrar la cuarta durante muchos partidos. Se alinearon los astros para que Valverde pudiera repetir el dúo Paredes-Vivian de forma reiterada, con Yeray en el dique seco, después de que Iñigo Martínez dijera aquello de «campana y se acabó» y se marchara al Barcelona.

Pero, por supuesto, esa fortuna no se suele repetir con frecuencia, y Ernesto Valverde lo analizó con acierto. No podía seguir en ese sinvivir otra temporada en la que, además, está Europa de por medio. Así que su demanda no fue extemporánea ni imprudente. Lanzó la piedra, pero no escondió la mano. Y menos mal que le hicieron caso desde la directiva, y al final, en ese cambalache con el Celta, algo complicado de entender, pero que sin embargo parece beneficiar al Athletic, llegó de vuelta Unai Nuñez para reforzar la posición. Ya hay cuatro centrales de nuevo, una cifra necesaria en una temporada en la que el equipo jugará, en el peor de los casos, 48 partidos, entre los 38 de Liga, al menos ocho de la Europa League, uno de Copa como mínimo y también uno de Supercopa, y que posiblemente serán más si se avanza en las diferentes competiciones. Es decir, hay minutos para todos, y en una posición tan delicada como la de central, proclive a los riesgos laborales en forma de amonestaciones e incluso expulsiones, mucho más. Vivian, por cierto, después de sus excelentes prestaciones con la selección española, seguro que tiene que disputar más partidos que los otros tres.

Además, de Lezama salieron malas noticias cuando se anunció, a través de un parte médico, una nueva lesión de Yeray, que debe andar desesperado con sus caídas y recaídas. Si todas las lesiones son indeseadas e inoportunas, las del jugador baracaldés lo son todavía más. El año anterior, que sostuvieron milagrosamente sus compañeros, estuvo 157 días de baja, todos ellos por lesiones en el aductor. Se perdió la final de Copa y hasta se planteó dejar el fútbol por las reiteradas dolencias que ha padecido. Y no podemos decir que sea blandengue un tipo que ha superado un cáncer y ha vuelto a jugar al fútbol después del duro tratamiento al que fue sometido.

Así que con Yeray de nuevo en la enfermería, entre los tres que quedan tendrán que mantener el fuerte hasta que regrese. Sería importante que Vivian y Paredes mantengan el tono de la temporada anterior, y que Núñez regrese a ese punto que le valió para ser convocado y jugar con España. Puede ser un central extraordinariamente útil para el Athletic si lo hace. Se supone que después de dos años en el Celta habrá alcanzado la madurez necesaria.