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Iñaki Williams, en el partido con la República Centroafricana. Selección de Ghana

Iñaki y la Copa de África

Opinión ·

La culpa de que el jugador falte mes y medio en el Athletic no es suya, sino de los que permiten que un torneo continental se dispute en plena temporada regular

Jon Rivas

Bilbao

Sábado, 9 de septiembre 2023, 23:16

Si Iñaki Williams quiere jugar la Copa de África, que se supone que sí, le estará haciendo una buena faena a su club, ese que le firmó hace unos años un pedazo de contrato que sigue en vigor. Y que cumpla muchos más. Pero, claro ... está, no es culpa del futbolista atender la llamada de la selección del país de sus ancestros, Ghana, con la que se comprometió, sino de las propias estructuras del fútbol, que permiten el hecho de que una competición continental por selecciones se dispute en plena temporada regular de la mayoría de las ligas más importantes. Las que más dinero se juegan, vamos. Es un disparate motivado porque la competición, que debería haberse jugado el pasado verano en Costa de Marfíl, se pospuso porque esa época es temporada de lluvias en los países de la África occidental, como si eso fuera algo nuevo por culpa del cambio climático, y no una cuestión que se repite desde el pleistoceno. También, claro, por lo que supuso para el fútbol, la anomalía de colocar la Copa del Mundo de Qatar en mitad de la temporada. No es nada personal, sólo son negocios.

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Pero claro, a los dirigentes del fútbol mundial poco les importan estas cosas. Ni a los europeos, ni a los americanos, ni a los africanos, asiáticos u oceánicos. Ellos están a lo suyo, a estirar un chicle que, verdaderamente, da la sensación de que se puede estirar hasta el infinito y más allá. Aunque a qué van a estar si no, cuando el caso Rubiales nos ha dado cuenta, con pelos y señales, de lo que gana un dirigente del fútbol. Cuantos más ingresos globales, más dinerito para el bolsillo del traje a medida de los señores que mandan.

Luego están los daños colaterales, como el de Iñaki Williams y otros cuantos futbolistas de la Liga, en los que nadie piensa nunca. El dinero es lo más importante, pero el suyo, claro, que el Athletic se juega muchísimo todos los años en la competición y se puede quedar, por más de un mes, sin uno de los futbolistas más importantes del equipo, que además es uno de los que más dinero gana. Iñaki es fundamental en el esquema de Ernesto Valverde, titular indiscutible, por supuesto, y con el que el técnico cuenta en cualquier momento.

Supongo que el técnico frunció el ceño cuando Ghana se impuso a la República Centroafricana y se aseguró un billete para la Copa de África, que le puede estropear los planes incluso para diez partidos, por no hablar de la posibilidad de una lesión, que si es con el Athletic se sobrelleva, porque son gajes del oficio, pero si llega con la selección que no le paga el salario, da bastante más rabia.

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Seamos positivos y esperemos que los demás jugadores del Athletic den el callo y hagan olvidar la ausencia de Iñaki; que la grada no tenga que echarle de menos, ni en los partidos que faltará, ni cuando regrese después, que siempre se vuelve de una competición de ese tipo un poco descolocado y hay que volver a cogerle el tranquillo a la Liga, porque no es lo mismo jugar en el General Lansana Conte Stadium que en Mendizorroza.

Qué quieren que les diga. Deseo todo lo mejor a Iñaki, a su hermano Nico, a sus padres y a toda su familia de Ghana. Que las cosas le sigan yendo bien, pero en esta ocasión me encantaría que nuestro futbolista fuera el mejor de su equipo, pero que no pasara de la fase de grupos y que regresara cuanto antes al redil, a desayunar y entrenarse en Lezama, a jugar los partidos de Liga y Copa vestido de rojiblanco. Que los Black Stars están muy bien, pero los leones están mejor. Y que cuando vuelva, el Athletic esté mejor que cuando se fue, o al menos, igual. Supongo que la mayoría de los athleticzales comparten este deseo. Además, recuerden que en el último partido con su selección, a Iñaki le pitaron desde la grada y tal vez es que su afición no se lo merece. Aquí le queremos más, con sus virtudes y sus defectos. Y sabemos además, que al contrario de lo que dice su seleccionador, Iñaki no es delantero centro, aunque a veces juegue en esa posición. Si sigue pensándolo, se está perdiendo su mejor versión.

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