¿Comienzan los jugadores a notar el desgaste?

Pero al margen de los porteros hay que reconocer que al Athletic le faltó chispa en los dos partidos mencionados, a pesar de que antes del choque ante el Slavia tuvo cuatro días de margen que se convirtieron en tres entre la cita con los checos y el viaje a Mallorca. Posiblemente, la alternancia entre dos competiciones empieza a pasar factura y tiene la fortuna momentánea Ernesto Valverde de que a estas alturas de la temporada, que está en su fase inicial, se libra de las dos primeras eliminatorias de Copa por aquello de que jugará la Supercopa; y esa es otra, porque se cambian dos citas frente a rivales de categoría inferior, por una, o dos, según se dé el primer partido, en fechas más avanzadas, con lo que se acumula más fatiga y además en Arabia Saudita, que no es como viajar a un pueblo de Salamanca.

El hecho de que en los tres últimos partidos el técnico no haya hecho demasiadas rotaciones también influye. Hay seis jugadores que han partido de inicio en los tres últimos choques. Además de Agirrezabala, lo que entra dentro de la normalidad, también Yuri, Ruiz de Galarreta, Guruzeta, Iñaki y Nico Williams formaron de inicio ante el Espanyol, el Slavia y el Mallorca, lo que suele garantizar, al menos, 45 minutos completos, que salvo cambio en el descanso, que no es habitual, aumenta con la participación en la segunda parte.

Iñaki Williams, que es incombustible, jugó completos los tres partidos, y en Son Moix mostró claros signos de agotamiento cuando en los minutos finales sufrió calambres y fue asistido por sus compañeros en una imagen muy poco usual con el delantero rojiblanco, que casi no podía ni andar: Yuri, que ya no es un pipiolo, fue sustituido contra el Espanyol, pero jugó los otros dos partidos al completo. Otro futbolista, como Vivian, fue suplente en Mallorca, después de ser titular las dos fechas anteriores -y tras haber jugado dos partidos con España-, pero salió al comienzo de la segunda mitad.

Las sensaciones apuntan a que empieza a notarse el desgaste, así que el equipo agradece un par de semanas, como la presente y la próxima, en las que solo jugará un partido, pero también señalan a que quienes ocupan habitualmente plaza de banquillo tienen que hacerse notar más para que esas rotaciones que necesita el Athletic sean efectivas. La tentación de cualquier entrenador cuando tiene buenos futbolistas que rinden a un nivel excelente es la de jugar siempre con ellos, pero Valverde debe encontrar respuesta de los inconformistas que también quieren tirar la puerta abajo.

Por fortuna, el equipo rojiblanco tiene esta temporada un fondo de armario más amplio que le va a hacer mucha falta, porque está claro que uno de los peajes que tiene que pagar cualquier equipo que compite en Europa es el de acumular mucho más cansancio que aquellos que no lo hacen, y que también son competencia para volver a meterse en la competición continental, una rueda que gira constantemente como la de los hamsters metidos en su jaula. Es una servidumbre agotadora pero inevitable. El Athletic ha sabido lidiar con ella en muchas ocasiones más, así que no hay razones para que no vuelva a hacerlo. Eso sí, habrá otros muchos partidos en los que la sangre no llegará a la cabeza de los futbolistas. Es cuestión de saber gestionarlos.