Óscar De Marcos anunciará próximamente si sigue un año más en el Athletic. Carlos Gil Roig
Análisis

¿Y De Marcos qué?

Visto su rendimiento y las necesidades del equipo tanto dentro del campo como en el vestuario, la continuidad del segundo capitán no debería estar sujeta a discusión

Miércoles, 8 de mayo 2024, 00:03

La temporada se acerca a su final y los días cada vez son más propicios a las especulaciones y los rumores. Este año, además, se da la circunstancia de que, a falta de cuatro jornadas, el pescado está casi todo vendido. Sólo hay dos peleas ... interesantes en la Liga, la que tienen el Girona y el Barça por el segundo puesto, muy importante para los culés por el impacto económico de la Supercopa, y la que mantienen por el sexto puesto la Real Sociedad y el Betis. Las demás pugnas están prácticamente sentenciadas.

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En el caso del Athletic, una vez despejadas las incógnitas de Raúl García y Muniain, las especulaciones afectan a varios futbolistas importantes que terminan contrato el 30 de junio: De Marcos, Berenguer, Herrera y Dani García. De los cuatro, el único caso que me desconcierta, hasta el punto de tenerme un poco en vilo, es el del segundo capitán rojiblanco. Los otros tres parecen bastante claros. Berenguer sabe que es un futbolista cotizado y que tendrá ofertas, de manera que sólo deberá compararlas con la que le llegará desde Ibaigane y decidir si, tanto a nivel deportivo como económico, le compensa seguir. Ander Herrera está a la espera de lo que decida el club y, si éste le hace una oferta para renovar, tendrá que valorar si asume el tajazo sarraceno que le querrán dar a sus emolumentos. Y Dani García, por último, tiene inteligencia y oficio suficientes como para asumir que su continuidad es complicada, aunque tampoco imposible.

¿Y De Marcos qué? Podríamos decir así, con la musiquilla que todavía utilizan algunos en San Mamés para atizar a Fernando Llorente con tirria retrospectiva. Pues lo cierto es que el interrogante está en todo lo alto. Los vaticinios se suceden en direcciones contrarias. Hay quienes anuncian su retirada y otros que dan por segura su continuidad. Y luego estamos otros que nos encogemos de hombros porque no terminamos de entender lo que ocurre. Vayamos por partes, como Jack el Destripador. En primer lugar, con los datos objetivos, contantes y sonantes. Óscar de Marcos ha disputado esta temporada 31 partidos entre Liga y Copa. En 28 ha sido titular. Es el sexto jugador en minutos de la plantilla.

Pongamos que acaba jugando 34, lo cual no sería ninguna sorpresa, más bien al contrario. Eso supondría igualar su segunda mejor cifra de las ocho últimas temporadas, sólo superada por la que consiguió el curso pasado (43). Una suma fácil de hacer y de lo más pertinente: en las dos últimas campañas, el expreso de Laguardia sumaría 77 encuentros, más de los que sumó entre la 2019-20 y la 2020-21. Es decir, De Marcos ha podido tener más regularidad en estas dos campañas con Valverde que en las tres anteriores. Las lesiones, que le martirizaron en 2020 hasta el punto de acercarle a la retirada -sólo pudo disputar 14 partidos- le han respetado, y él ha podido mantener un buen tono físico en uno de los equipos más intensos de Europa.

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En las dos últimas temporadas con Valverde, el de Laguardia ha sumado más partidos que en las tres anteriores

Esto no significa que esté hecho un chaval, aquel que hace 15 años provocaba asombro en Lezama cuando le hacían el test de Cooper y parecía un atleta olímpico. De Marcos tiene 35 años y 15 temporadas en el tajo. Y eso se nota. Seguro que al día siguiente de un partido se levanta de la cama como si le hubiera pasado por encima un camión cisterna. No podrá ni silbar. Y seguro que, si ha jugado en domingo, hasta el miércoles no vuelve a sentirse con fuerzas y espíritu de lucha. Ahora bien, se trata de limitaciones lógicas y todavía llevaderas.

Si no sufre ninguna lesión grave -toquemos madera-, De Marcos estará en agosto en perfectas condiciones para jugar 25 partidos, por decir una cifra. La más que previsible llegada de Gorosabel le dará más descanso en una campaña de enorme exigencia en la que serán obligadas las rotaciones. Así las cosas, la verdad es que no entiendo que estemos con este lío. Y menos pensando en el ascendente que un futbolista como él tiene en una plantilla que va a perder al menos a dos pesos pesados del vestuario como Muniain y Raúl García. ¿Por qué iba a retirarse De Marcos? La verdad es que no le encuentro el sentido a esa posibilidad.

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