La importancia de los suplentes

La pregunta no puede ser más pertinente porque la situación podría ser delicada si la respuesta fuera negativa. En caso de no recuperarse ninguno de los dos, y teniendo en cuenta que Ruiz de Galarreta está lesionado, como también lo está Nolaskoain, a Valverde se le plantearía un serio problema. Sólo le quedarían dos medios centros disponibles: Dani García, que sólo ha sido titular en el derbi de Anoeta, y Beñat Prados, que apenas ha jugado 64 minutos repartidos en tres partidos.

Teniendo en cuenta que el rival va a ser el colista, el único equipo que todavía no ha ganado un partido -ni siquiera pudo hacerlo el domingo ante el Granada pese a ir 3-0 al descanso-, tampoco es como para preocuparse en exceso. Cualquier otro equipo de la Liga hubiera sido peor. Pero lo importante no es eso sino la duda que se suscita: la del rendimiento que puedan ofrecer los suplentes, la unidad B de Valverde.

La dirección deportiva del club parece convencida de que ese rendimiento va a ser alto, de que cada futbolista titular tiene al menos un recambio de garantías. Sólo así pueden entenderse las palabras de Mikel González en la presentación de la temporada, cuando aseguró que el Athletic tiene mejor plantilla que la pasada temporada. Valverde ni ha secundado esta opinión, ni le ha llevado la contraria. Sabe las consecuencias que podrían tener para él cualquiera de las dos posibilidades, que lo que dijera en un sentido u otro le perseguiría en las ruedas de prensa como un juramento sobre una tumba. De manera que esquivó la cuestión y se limitó a decir que él tiene «la mejor plantilla que puede tener»; una afirmación impermeable que se puede compartir siempre que previamente se comparta lo que se considera imposible para el Athletic, ya sea en materia de fichajes o a la hora de retener a un futbolista como Iñigo Martínez, por ejemplo.

Como tantas otros interrogantes que se plantean sobre este equipo, la respuesta a la pregunta sobre profundidad real de la plantilla no llegará hasta final de temporada. Será entonces cuando se certifique si era mejor, igual o peor. Hasta entonces, sólo queda esperar. Es cierto que el Athletic tiene un once titular muy definido, más que la pasada temporada. Tras un año de pruebas y experimentos, que a un entrenador siempre le son muy instructivos, Valverde parece tenerlo todo más claro. Salvo que haya lesiones de por medio, su bloque de jugadores fijos no va a sufrir apenas alteraciones, lo cual no deja de ser lógico ya que en este Athletic hay muy pocas dudas sobre quienes marcan la diferencia. Ahora bien, tampoco hay ninguna duda de que si esos titulares no sienten en el cogote el aliento de los compañeros que les disputan el puesto, si no llega a incomodarles el olor a azufre de la competencia, este equipo tiene muy pocas opciones de lograr sus objetivos. Doce o trece jugadores no son suficientes.