Guillamón, un fichaje deseable

Se habló ayer por la mañana de que el jugador del Valencia, donostiarra de nacimiento, podría llegar cedido al Athletic. Por la tarde, sin embargo, esta opción se enfrió y la posible llegada de Guillamón se desinfló bastante. Dos fueron los motivos. El primero es que la directiva ché quiere un traspaso y sólo contemplaría una cesión si el Athletic pagase entera la ficha del jugador (1,8 millones), una exigencia que en Ibaigane no están dispuestos a asumir. Por lo visto lo quieren a precio de saldo, que es como para preguntarse si lo quieren de verdad. El segundo motivo es que, por lo visto, el deseo del jugador es continuar en el club de su vida, revertir su situación convenciendo a Rubén Baraja, que le fulminó en el final de la pasada temporada y no le ha dado ni bola en estas tres primeras jornadas.

Guillamón había sonado varias veces con anterioridad como un posible fichaje del Athletic, cuyo mercado es tan reducido que todo su escaparate se conoce de sobra. La última vez que se habló de él fue en el verano de 2022, pero lo cierto es que entonces no hubo ni siquiera un acercamiento y el jugador renovó con su club antes de ir al Mundial de Qatar. Siendo, por tanto, un futbolista de sobra detectado por el radar rojiblanco este intento de fichaje no nos debería sorprender. Al fin y al cabo, tras perder a Iñigo Martínez, Valverde había pedido refuerzos y los rectores del Athletic estaban obligados a demostrar de alguna manera que no están de brazos cruzados en este mercado. Y, sin embargo, lo cierto es que esta maniobra durante la cuenta atrás del mercado ha sorprendido bastante.

Guillamón, sencillamente, no aparecía en unas quinielas que muchos ya estaban echando a la basura. Y no aparecía porque quien más quien menos todos los aficionados del Athletic recordaban las palabras de Mikel González en la rueda de prensa de valoración de la pasada temporada, cuando aseguró que con Yeray, Vivian y Paredes le parecía suficiente para considerar bien cubiertos los puestos de centrales, ya que Nolaskoain y Beñat Prados había demostrado en el Eibar y el Mirandés, respectivamente, que podían ejercer también esa función y no sólo la de medios centros. ¿Habrá cambiado de opinión? ¿Habrá insistido mucho Valverde?, que no deja de ser «el líder», como lo definió el propio director de Fútbol. A saber.

Es cierto que el equipo tienen otras necesidades más perentorias. Un fichaje como el de Odriozola para el lateral derecho, por ejemplo, hubiera sido mucho más interesante. Y el de Laporte ya ni hablamos. Pero no hay que despreciar a Guillamón, internacional en tres ocasiones, buen medio centro, como demostró con Bordalás y Gattuso, y correcto central. El chaval tiene, además, dos ventajas. Por un lado, su juventud -23 años-, algo que no debe pasarse por alto en un equipo donde sus medios centros más habituales ya son gente talludita: Galarreta y Vesga tienen 30 años, Dani García, 33 y Herrera, 34. Y por otro, el hecho insólito de ser un tipo serio e inteligente que compagina el fútbol con la carrera de Ingeniería Biomédica. A algunos esto les parecerá intrascendente. A otros, en cambio, nos inspira mucha confianza en los tiempos que corren. En fin, que Guillamón no sería el fichaje más deseado, pero sería deseable.