

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Quién nos iba a decir que el Athletic de Valverde, un equipo de acreditado espíritu ofensivo, famoso por su presión alta y sus abordajes piratas ... al área rival, iba a ser algún día el menos goleado de todas las grandes ligas europeas junto al Atlético de Madrid y el Nápoles. Cosas veredes, amigo Sancho. El dato es muy llamativo y obliga a detenerse en él y a analizarlo por el derecho y el revés. Está claro que hay un primer diagnóstico rápido y facilón: que todo esto no es más que una casualidad, una de esas curiosas paradojas que produce el fútbol, juego impredecible al que bien se le podría aplicar la famosa sentencia de Churchill sobre Rusia. Ya saben: la de que es un acertijo envuelto en un misterio dentro de un enigma.
Bien mirado, sin embargo, la estadística no es en absoluto lo asombrosa que pudiera parecer. Hay que recordar para empezar que la pasada temporada, el Athletic ya fue el segundo equipo menos goleado de la Liga (37), sólo superado por el Real Madrid (26). Unai Simón, de hecho, se alzó con el trofeo Zamora. Esa fortaleza defensiva se ha venido manteniendo durante el presente curso. Los rojiblancos acabaron la primera vuelta con 17 goles en contra, cifra que entonces, allá por la segunda semana de enero, sólo mejoraban el Atlético, la Real y el Getafe. Lo que ha ocurrido es que en la segunda vuelta los pupilos de Valverde se han disparado con el mejor registro del campeonato: siete goles encajados en once partidos. En los tres últimos, de hecho, no han visto perforada su portería.
La seguridad defensiva de los rojiblancos, en fin, está más que acreditada. Y lo cierto es que tiene una fácil explicación: lo que al Athletic le sirve para atacar le sirve igualmente para defender. Me refiero a su incansable trabajo sin balón, responsabilidad, tantas veces ingrata, a la que los leones se aplican como un solo hombre, ya sean delanteros, centrocampistas o defensas. ¿Alguien duda de que el primer defensa del Athletic es su ariete, ya sea Maroan o Guruzeta? ¿O cuestiona la fe de carboneros de los centrocampistas para ir a la presión? ¿Y alguien que no sea consciente de que en un bloque en el que la intensidad y el sacrificio son innegociables no hay sitio para que nadie se relaje y que la presencia de un escaqueador chirriaría más que la de Carpanta en un congreso de cocina minimalista?
Este gran trabajo colectivo es el que sostiene al Athletic en un nivel competitivo tan alto como para que el jueves dispute los cuartos de final de la Europa League y sólo haya perdido uno de sus últimos 21 partidos de Liga. La consistencia de los rojiblancos no admite discusión. Y si están cerca de convertirse en un equipo de Champions, una conquista que hay que valorar como se merece teniendo en cuenta que acaban de regresar a Europa tras seis años de ausencia, es precisamente por ello. Porque el Athletic, como sólo les ocurre a los grandes, no necesita estar muy inspirado y jugar bien para ser competitivo. Le basta con la propia inercia poderosa que generan su engranaje, su ritmo de juego y sus automatismos.
Esto no significa, sin embargo, que a la tropa de Valverde no le convenga subir un peldaño su rendimiento en este tramo final de la temporada. Y es que puede ocurrir que con esa inercia de la que hablaba quizá no sea suficiente para llegar a la final de la Europa League y conservar el cuarto puesto.
Atendiendo al juego y a los últimos resultados del equipo parece claro que hay poner el foco en el frente de ataque. De los defensas y los centrocampistas poco más cabe pedir, aunque es verdad que, entre estos últimos, sería muy deseable que Ruiz de Galarreta pudiera coger el ritmo que le está faltando casi toda la temporada y, sobre todo, en este 2025 en el que se ha perdido seis de los diez últimos encuentros de Liga. Otra cosa, como decía, son los de arriba. Todos tienen que mejorar sus números. En el caso de Sancet serían los de su disponibilidad, pero en todos los demás serían ya sus cifras contantes y sonantes en la portería rival. Dejando a un lado a Djaló, que ha perdido cualquier protagonismo, hay que consignar que Berenguer, Iñaki Williams, Maroan y Guruzeta sólo han marcado un gol en 2025. Y los tres últimos lo hicieron en el festín contra el Valladolid, rival al que Nico Williams marcó dos de los tres que lleva en Liga este año.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
El ciclista vasco atropellado en Alicante murió tras caer varios metros al vacío
Alejandro Hernández y Miguel Villameriel
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.