Iribar bendice a Unai Simón: «Es superior a mí con diferencia»

ribar acudió a la gala de los Premios 'Marca' celebrada en Barcelona en representación de Unai Simón, nombrado mejor jugador de La Roja durante la pasada temporada. Las paradas del cancerbero de Murgia pusieron los cimientos para la consecución de la Liga de las Naciones, el primer título de la era Luis de la Fuente, que en su primer año en el cargo ha hecho todo tipo de experimentos menos en la portería. Simón no se toca. Él y dos más en su puesto en cada convocatoria y él y diez más sobre el césped.

«Actualmente domina una partida dificilísima, que es ser también jugador», desgranó el Chopo en referencia al juego con los pies del alavés, una de sus virtudes. Los estilos tanto de Ernesto Valverde como del seleccionador tienen en Simón una especie de tercer central. El origen de cada jugada y alguien al que acudir cuando el rival presiona arriba. «Nosotros no teníamos que hacerlo. Hoy en día la verdad que son... Y aquí hay un reflejo clarísimo». En ese momento Iribar se dirigió hacia el guardameta del Barcelona Marc-André Ter Stegen, presente en el público y distinguido con el Zamora por ser el menos goleado durante la pasada Liga. «Ha dado un plus enorme al fútbol, enhorabuena. Verle es el futuro, para que los que vienen por detrás aprendan lo que es un portero moderno, de actualidad».

Un premio, el del Zamora, que distingue al que menos dianas encaja y que acostumbra a ser el mejor guardameta del campeonato. Como lo fue en su día Josetxu Etxebarria. Las soberbias actuaciones del de Algorta en la temporada 1940-1941 no canjearon el título de Liga para el Athletic –finalizó segundo, por detrás del Atlético Aviación– pero con 21 goles fue el mayor cerrojo del campeonato. Tenía solo 21 años y un brillante futuro por delante. Incluso debutó con la selección en San Mamés, pero una fractura de costilla que en realidad fue una perforación de pulmón acabó con su carrera un año después. Jamás recibió aquel Zamora. No existía. Ayer se hizo justicia.

Begoña, la hija mayor de Josetxu, recibió el trofeo que le correspondió hace 72 años a su padre de manos del mayor representante posible en su posición: Iribar. El espacio EsKlandestino, a los pies de Montjuïc, escenario del Barcelona, vio desfilar también a Imanol Alguacil (mejor entrenador), Robert Lewandowski (Pichichi) y Pedri (mejor jugador de la afición), entre otros. No estuvo presente el madridista Joselu, máximo goleador nacional (Zarra) en las filas del descendido Espanyol.

Al igual que Iribar lo es para él, Simón es el espejo en el que muchos niños se fijan. Hace unas semanas conocimos la historia de su tocayo Unai, un chaval de Girona que le regaló uno de sus guantes después de que el jugador del Athletic le diese su camiseta tras un partido. Incluso le escribió una pequeña nota: «Eres mi inspiración». Su humildad, sencillez y educación completan su espectacular rendimiento.