Iraizoz, un muro casi infranqueable

San Mamés aplaudía instantes antes de comenzar el partido a Gorka Iraizoz. El navarro regresaba por segunda vez a La Catedral tras su marcha al Girona la temporada pasada y la afición rojiblanca no ha olvida sus años en Bilbao. Una noche emocionante para el portero. No obstante, ha dejado de lado los sentimientos y se ha mostrado infranqueable en la primera mitad, donde ha evitado el gol del Athletic con cuatro paradas de enorme mérito.

La primera ha llegado en el minuto 6, cuando ha sacado una gran mano a un disparo cruzado de Iñaki Williams. Tan solo un minuto después, ha sido Aduriz el que ha intentado superarle. El donostiarra ha rematado de cabeza, el balón ha pegado en Bernardo, su marcador, pero no ha despistado al guardameta, que ha despejado a córner.

La tercera ha llegado siete minutos después, en el '14. De nuevo ha sido Aduriz el que ha probado suerte con un remate mordido desde dentro del área. Y otra vez el navarro se ha mostrado invulnerable. La última ha llegado al borde del descanso, cuando Córdoba ha disparado con la zurda e Iraizoz ha evitado que el balón besara la red.

En la segunda mitad la situación no ha variado. En el '51 una peligrosa internada de Capa por la banda derecha le llevó hasta el área pequeña. Su pase en busca de rematador fue interceptado por el veterano guardameta, que ha repetido otra brillante intervención unos minutos después, en el '57, a Córdoba, que lo había vuelto a intentar. Aduriz tampoco se había rendido. Un gran remate de cabeza del donostiarra fue desviado al palo con la punta de los dedos por un portero que parecía que acabaría desesperando a sus excompañeros. Solo un penalti en el descuento a Muniain que el donostiarra transformó a lo Panenka permitió derribar el muro de Iraizoz.