Iñigo Martínez, presentado como culé: «Cuando te llama el Barcelona, los demás equipos quedan en un segundo plano»

Iñigo Martínez ya se ha vestido con la camiseta azulgrana. Habló de objetivos, de lo que puede aportar al equipo de Xavi Hernández y también de su estado físico, después de una temporada complicada a las órdenes de Ernesto Valverde. Solo disputó una quincena de encuentros en la Liga y se perdió el final de temporada por una fascitis plantar que todavía le atormenta. Pero el dolor es menor, reconoció, después de una pequeña intervención -de «cinco minutos», describió- y de hacer una serie de trabajos para recuperarse. De momento, no está con el grupo, pero deja atrás esos malos momentos. «La lesión en la fascia es complicada. Es una molestia que dura durante un tiempo. Estoy bastante mejor. Me transmitieron que no habría prisa para correr», aportó el central que no se puso una fecha para volver. «Cada día que pasa veo que hay mejor. Soy el primero al que le apetece volver. Llevo un año arrastrando molestias y ha sido complicado», reconoció.

Se le nota feliz a Iñigo que, por fin, está en el Barcelona. Aceptó que, años atrás, cuando militaba en la Real Sociedad -no dio el nombre-, estuvo a punto de fichar por los culé: le quería Valverde. Pero no ocurrió. Ahora, aunque no empleó la palabra, cumple un sueño. «A la mínima que te llama se te hacen los ojos chiribitas. Cuando suena el Barcelona uno hace la maleta rápido y quiere instalarse aquí. Cuando tienes una llamada uno no duda», profundizó sobre su nuevo equipo. De hecho, antes de la presentación, durante un pequeño acto en el césped del Camp Nou, el futbolista proclamó: «Es un orgullo y un placer estar aquí. Venir a esta grandísima familia, al mejor equipo del mundo. Desde el primer minuto depositásteis en mí muchísima confianza. Espero devolverla». Es verdad que hubo un instante de su comparecencia en la que aceptó que le costó irse »de casa«. »Uno se siente muy valorado, está en casa... Pero cuando te llama el Barcelona no hay ninguna duda. Cada jugador sabe lo que tiene que hacer para llegar estos equipos«.

Antes, Joan Laporta, presidente del Barcelona, glosó su figura. Empleó el euskera para agradecerle su apuesta por los culé, «eskerrik asko», «por todo lo que has puesto de tu parte para fichar por el Barcelona. Eras un jugador muy deseado por el cuerpo técnico, por mis compañeros de junta y por mí. Buscamos a un motivador de la defensa», dijo el dirigente, que también miró al tío y agente de Iñigo. «Agradecer a Carmelo por lo que has trabajado. Vienes de un gran club. Estamos convencidos de que hemos trabajado bien para la incorporación de un gran central».

El futbolista recogió el guante, se mostró encantado por todas las buenas palabras recibidas y aceptó ese papel de jefe de la zaga. «La personalidad que tiene cada uno hay que demostrarlo en el campo o en el vestuario. Puedo aportar mucho de eso a este equipo. Vengo a ayudar, a dar el 100, a enseñar, a aprender y darle a este club lo que se merece».