La vieja receta en momentos de crisis
Sánchez Flores ha optado por un fútbol muy defensivo y sin riesgos para sacar al Sevilla del atolladero
Iñigo Agiriano
Jueves, 4 de enero 2024, 00:02
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Iñigo Agiriano
Jueves, 4 de enero 2024, 00:02
La temporada del Sevilla es tan similar a la del pasado curso que uno tiene la sensación de que el club hispalense no ha aprendido nada de sus errores. Cuando despidieron a Julen Lopetegui la campaña anterior, la directiva sevillista optó por Sampaoli, pero el ... complejo fútbol del argentino no encajó en la plantilla. Mendilibar llegó al rescate y logró lo que parecía imposible cuando levantó la Europa League. Sin embargo, nunca fue del gusto de Víctor Orta, que en cuanto tuvo la oportunidad le despidió para optar por un entrenador más glamuroso como Diego Alonso. El resultado es de sobra conocido, el uruguayo dirigió al Sevilla 14 partidos y sólo ganó las dos eliminatorias de Copa. Fulminado el uruguayo, el club optó por Quique Sánchez Flores. El madrileño ganó su primer partido ante el Granada y perdió el aplazado frente al Atlético. En ambos se pudo ver a un Sevilla muy defensivo, arropado en una defensa de cinco hombres y sin ninguna intención de jugar el balón desde atrás. Una receta vieja y sencilla con la que el técnico pretende que la calidad individual de sus jugadores, mayor que la de sus rivales por la permanencia, sirva a los hispalenses para no pasar apuros.
La idea que Sánchez Flores ha puesto en práctica es similar a la que pudimos ver en su Getafe la temporada pasada, antes de que fuera despedido. Una defensa de tres centrales, dos carrileros encargados de dar la amplitud, tres mediocentros y una pareja de delanteros de un perfil complementario. Ante el Granada, la presencia de Suso como interior derecho fue la única licencia ofensiva que se permitió el técnico madrileño y de las botas del gaditano salieron las mejores jugadas del Sevilla. Ante el Atlético la propuesta fue aún más conservadora. Retiró a En-Nesyri e introdujo otro medio centro, y el resultado fue un equipo plano, incapaz de crear peligro. Con el balón el cuadro hispalense no busca elaborar el juego desde atrás. En su primer encuentro pudimos ver a Quique indicando a su portero, Dimitrovic, que sacara de puerta en largo y le abroncó cuando no lo hizo. Defensivamente la receta es similar: exponerse lo menos posible.
Arropado en su 5-3-2, el Sevilla espera en un bloque medio-bajo y permite los primeros pases del rival, esperando pacientemente el fallo para robar y tratar de salir en velocidad.
El rendimiento de Juanlu Sánchez (26) y Kike Salas (27) ha sido de las pocas noticias positivas para el Sevilla esta temporada. El primero es un potente lateral derecho y el segundo un central zurdo que ya gozó de oportunidades la temporada pasada. Ambos han sido titulares en los dos partidos que Quique ha dirigido, aunque se espera que Navas (16) sea el titular en la derecha cuando regrese. En la portería el madrileño ha dado la titularidad de nuevo al serbio Dimitrovic (1). En la izquierda ha actuado Pedrosa (3) ante la baja del argentino Acuña (19). Gudelj (6) y Ramos (4) han completado la zaga junto a Salas, una posición en la que el Sevilla cuenta también con los franceses Badé (22) y Nianzou (14) y el brasileño Marcão (23).
Se necesitan refuerzos ante la marcha de Fernando Soumaré (24). Ha sido el pivote titular con Quique, escoltado por Óliver Torres (21), el jugador encargado de construir el juego hispalense. Ante el Atlético el veterano Rakitić (10) ocupó la otra posición de interior, aunque fue sustituido en la segunda mitad por el suizo Sow (18). Joan Jordán (8) es la otra alternativa en el centro del campo ante la salida del brasileño Fernando (20), que deja a Quique escaso de efectivos en la medular.
Está por ver cómo pretende encajar Quique a todos su extremos en este nuevo sistema que prescinde de esa posición. Ocampos (5) ha actuado como delantero, pero resulta más complicado ver a Lamela (17) o a Lukebakio (11) en esa posición. Januzaj (25) tuvo minutos como carrilero ante el Atlético, mientras que Suso (7), como ya hemos mencionado, ha actuado como interior y como segundo punta. Quique prescindió de En-Nesyri (15) en el último encuentro y el equipo lo notó, aunque deberá acostumbrarse a ello, ya que el marroquí disputará la Copa África con Marruecos durante este mes de enero. Rafa Mir (9) y Mariano (12), dos delanteros puros que han contado con pocas oportunidades, deberían salir beneficiados del cambio de esquema y de la marcha de En-Nesyri.
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