Indignación en el Athletic por el trato a la afición en los accesos al estadio del Fenerbahçe: «Es inaceptable»

A raíz de lo sucedido, el club ha explicado que intercedió antes del encuentro con las autoridades locales para «evitar que en los accesos al estadio se requisaran ikurriñas y otros objetos y distintivos, como monedas o bufandas». Sin embargo, denuncia el escrito, «los mandos turcos no atendieron a razones y mantuvieron su postura». En declaraciones a EL CORREO, varios aficionados relataron el calvario en el estadio de Estambul. «En la ciudad nos trataron fenomenal, pero en el estadio nos sentimos tratados como ganado», resumían.

Según explica el Athletic, su equipo de acompañamiento y seguridad fue reforzado «con hasta seis integrantes» y trató «desde primera hora de la mañana que todo transcurriera de la mejor manera posible para nuestro millar de athlectizales desplazados a Turquía». Dos miembros del club acudieron junto a dos agentes de la Ertzaintza acudieron al principal punto de encuentro establecido para velar por el traslado de la afición al estadio en once autobuses, la única opción otorgada a la afición rojiblanca que supuso un desmedido viaje de «dos horas y media».

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Javier Ortiz de Lazcano

Ya en el acceso al estadio, Ibaigane defiende que otros dos miembros del club «trataron en vano de que la entrada al estadio se produjera sin nuevos obstáculos». «A pesar de que tanto el personal del club como la Ertzaintza desplazada explicaron a la Policía turca que las ikurriñas y otras banderas requisadas estaban autorizadas, la Policía no reconsideró su decisión», ahonda el comunicado. Eso sí, el club consiguió que la afición pudieron recuperar sus pertenencias «en buena medida» al terminar el choque que se saldó con un claro triunfo del Athletic.

La entidad ha agradecido a la afición su comportamiento y avanza que continúa «recopilando información» sobre lo sucedido en Estambul para defender los derechos de sus seguidores «allá donde sea necesario y ante las instancias que considere oportunas». Tras pasar por la zona vallada y someterse a un doble cacheo, la afición rojiblanca estuvo situada en un córner en el segundo anfiteatro y vivieron el partido sin incidentes.