La increíble historia del talismán mexicano del Athletic para ganar la Copa

Pues bien, el doble misterio se ha resuelto en las últimas horas. La camiseta y Briseño tienen relación, sí. La camiseta es la del Chivas y fue regalada a los rojiblancos por el defensa central Antonio 'Pollo' Briseño (30 años) cuando los de Valverde fueron en verano a jugar a Guadalajara (México).

El Athletic arrancó su temporada precisamente con una gira mexicana y un amistoso ante el Chivas con motivo al Trofeo Árbol de Gernika cuyo primer partido se jugó en San Mamés. El certamen reunía a los dos principales clubes del mundo que sólo alinean deportistas de la zona. Mexicanos allí y vascos y navarros aquí.

'Pollo' Briseño fue muy amable con los rojiblancos. Lo explicó el propio Iker Muniain en la fiesta de celebración en el hotel sevillano del Athletic tras ganar la Copa.

«Le conocimos en México. Nos hizo una gestión increíble y le tememos mucho cariño. Le cambiamos la camiseta y la tuvimos en el vestuario durante toda la temporada. Su nombre es 'Pollo' Briseño. Ha sido nuestro talismán y nos ha llevado hasta la gloria. Siempre que pasábamos una ronda de Copa del Rey en el vestuario cantábamos una canción que quiero que la cantemos todos aquí. Su espíritu ha estado con nosotros y nos ha hecho ganar esta Copa», explicó el capitán.

El central mexicano explicó en su cuenta de Tik Tok su increíble relación con los rojiblancos. «Es una historia padrísima», arranca. Briseño jugó los 90 minutos contra el Athletic. Muniain pidió consejo al capitán de Chivas para salir por la noche y este le pasó el testigo al 'Pollo'. Les buscó un local y les alquiló un microbús. Quince rojiblancos montaron en él.

«Estuve pendiente, pero no quería ser muy invasivo», explica el defensa. Evoca que esa noche estuvo un rato de charla con Vivian y que se sacó una fotografía con Nico Williams que muestra en su vídeo. «Se lo pasaron padrísimo y al despedirse como agradecimiento cantaron la canción del 'Pollo Briseño' y yo me empecé a reír», relató.

Ahí quedó la cosa hasta que el 10 de octubre recibió un sorprendente mensaje de Iker Muniain. «Cuando empezó la Liga colgamos tu camiseta en el vestuario. Hasta el momento cinco partidos ganados, dos empates y dos derrotas. La bendición del Pollo Briseño».

El mexicano comenzó a ver los partidos del Athletic. Y de pronto, nuevo mensaje del capitán rojiblanco: «Aquí seguimos con tu bendición. Por el momento, terceros de Liga y clasificados para cuartos de la final de Copa. Catorce partidos invictos seguidos. Todo gracias a ti, rezamos cada día. Hazlo posible, pero que no se note tanto».

La relación se intensificó. Briseño estaba en contacto permanente con los rojiblancos. «Lo habían agarrado como cábala. Después de cada victoria yo les mandaba un mensaje. El día que eliminaron al Barça me mandaron el primer vídeo de todos cantando el 'Pollo Briseño'. Se me saltaron las lágrimas», confesó el mexicano.

El Athletic siguió lanzado. Ganó 0-1 en la ida de la semifinal en el Metropolitano y otro emocionante mensaje de Muniain. «Te necesitamos más que nunca», rezaba.

Briseño continuó concediendo buen suerte. Vio la final, pero cuando llegaba la tanda de penaltis tuvo que dejarlo porque era el momento de la charla de su entrenador. En cuando salió de ella buscó con urgencia en su móvil el resultado de Sevilla. Sus amigos del Athletic eran campeones. «Pegué un grito», evoca. En Wikipedia ya le apodan «El talismán del Athletic».