Iñaki Williams, el que siempre está y nunca desiste
Velocidad y un físico privilegiado ·
Un ejemplo de actitud, a sus 30 años el rojiblanco sigue jugándolo todo, como en las últimas diez temporadasSecciones
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Velocidad y un físico privilegiado ·
Un ejemplo de actitud, a sus 30 años el rojiblanco sigue jugándolo todo, como en las últimas diez temporadasLlevamos varios meses hablando del reto que se le presenta al Athletic para adaptarse a las exigencias de esta temporada, la del regreso a Europa seis años después. Hemos escrito mucho aquí acerca de las rotaciones de Ernesto Valverde, de su obligación de gestionar la ... plantilla de manera diferente a la de años anteriores para poder mantener el nivel competitivo del equipo durante todo el curso. Incluso llegamos a deslizar, a modo de advertencia para los más asustadizos, que tendríamos que acostumbrarnos a observar el banquillo del Athletic en algunos partidos y encontrarnos allí con algunas de sus figuras charlando distendidas con otros compañeros más habituados a las suplencias.
Todo esto está sucediendo y volveremos a verlo con toda seguridad hoy en Ludogorets, donde sería muy extraño que Valverde no introdujera un buen número de cambios en su once respecto al que dispuso contra el Betis. Ahora bien, que estemos viendo muchos cambios, que hasta 27 futbolistas hayan jugado algún minuto en lo que va de campaña -y falta Unai Simón, que ya está tocando el timbre- no significa que hayamos dejado de constatar la excepción de un futbolista intocable. O casi. Todo sea que hoy descanse. Hablamos, por supuesto, de Iñaki Williams, jugador ajeno a inclemencias y coyunturas.
El segundo capitán del Athletic lo sigue jugando todo, como si tal cosa. Desde luego, como si no hubiera cumplido ya treinta años. El martes, sin ir más lejos, el Athletic informó en su página web que se había convertido en el futbolista más rápido de la Liga tras una carrera en Son Moix en la que alcanzó una velocidad punta de 34,95 kilómetros por hora. El caso es que el mayor de los Williams lleva diez temporadas jugando una media de cuarenta partidos. Y este curso no tiene pinta de que vaya a ser diferente. De los quince que lleva el equipo -doce de Liga y tres de Europa League-, ha sido titular en catorce. Sólo se quedó en el banquillo en Leganés, pero acabó saliendo antes de la hora de juego y fue decisivo en la victoria, con gol incluido. En la lista de minutos jugados, su liderazgo es absoluto. Lleva ya 886. Con decir que el segundo es Vivián con 774 está dicho todo.
Llegados a este punto, es obligado preguntarse qué tiene Iñaki Williams que no tengan los demás. La respuesta más inmediata sale de forma automática, como una obviedad: velocidad y un físico privilegiado que parece hacerle inmune a las lesiones. Los pequeños tirones, contracturas, desgarros, esguinces leves y demás dolencias corrientes que amargan al resto de los futbolistas son casi un misterio para él. Ahora bien, por encima de estos atributos, creo que el secreto de Iñaki Williams, lo que le distingue y le hace imprescindible para todos los entrenadores, es su actitud en el campo. El siempre está y nunca desiste. Incluso en los partidos en los que ha estado más desacertado, o aquellos en los que más ha padecido sus evidentes carencias a la hora de la definición, nunca ha bajado la cabeza. Si la mayor virtud del Athletic es la persistencia nadie la representa mejor que Iñaki Williams.
En los viejos tiempos de la navegación a vela el marino que cruzaba el cabo de Hornos tenía derecho a ponerse un pendiente en la oreja izquierda y a mear a barlovento. Siguiendo esta línea, el internacional de Ghana bien podría tatuarse dos leyendas latinas que le hacen justicia. 'Nunquam desistas' (nunca nos rendimos) o 'In omnia paratus' (preparado para todo). Siempre he pensado que lo más grande de estos jugadores, lo que les hace imprescindibles para todos los entrenadores, es su influencia para el equipo dentro del campo; una influencia que no sólo es deportiva sino también moral.
Pensemos en el Athletic, por ejemplo, y en otras dos de sus figuras, Nico Williams y Sancet. En cuestiones de regularidad y tensión competitiva ninguno de ellos está a la altura de Iñaki. Ni su hermano, ni mucho menos Sancet. De eso no hay duda. Como tampoco la hay de que cualquiera de los dos funciona mejor si Iñaki está en el campo, predicando con el ejemplo. Es lógico. Y es que si hay una comparación cruel en el fútbol es la que se observa a veces entre el buen jugador que nunca cesa en su esfuerzo y el otro, bueno también, que se cree con derecho a una vida más relajada. Ningún jugador quiere verse retratado de esa manera. De ahí que, si Iñaki corre, no queda más remedio que seguirle.
En su contexto
40 partidos de media lleva jugando el mayor de los hermanos en las últimas 10 temporadas.
Como un rayo Iñaki , el más rápido de la Liga. En Mallorca llegó a alcanzar 34,95 kilómetros por hora en una carrera
886 minutos jugados esta campaña. Su liderazgo es absoluto. El segundo es Vivián con 774.
Actitud en el campo Si la mayor la virtud del Athletic es la persistencia nadie la representa mejor que Iñaki Williams
14 partidos ha sido titular Iñaki de los 15 que ha disputado el Athletic esta temporada.
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