![La noche mágica de los Williams](https://s2.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2024/02/29/williams2-k0MC-U2101692623149L7D-758x531@El%20Correo-ElCorreo.jpg)
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Los Williams siguen volando, al igual que el Athletic, encantado con sus puñales en los costados que entran en las defensas ajenas como el cuchillo en la mantequilla. Ellos se lo guisan y ellos se lo comen, indetectables en el radar rival, donde solo aparecen ... después de soltar la carga explosiva. Anoche pudo comprobarlo el Atlético, que en un abrir y cerrar de ojos se vio en la lona noqueado por dos futbolistas que hicieron de matadores y asistentes. El gol de Iñaki vino a pase de Nico y luego este último recogió el caramelo que le puso su hermano mayor para fusilar a Oblak. Solo cuatro días después de su absurda expulsión en el Benito Villamarín, donde le perdió la sangre caliente y los gestos, el menor de los Williams se redimió en San Mamés. 52.061 espectadores –récord– disfrutaron con su equipo y la exhibición de dos jugadores que permiten soñar con los ojos abiertos.
Fueron dos de los grandes protagonistas en la hermosa noche que ofreció el Athletic a su afición. Una goleada que sabe a final y que permite soñar de nuevo con ese título que tanto se resiste y que esta temporada parece al alcance de este equipo. El Athletic ya tiene el billete para Sevilla y anoche, tanto Iñaki como Nico hablaron de ese deseo compartido por toda la familia rojiblanca. «Tenemos la oportunidad de traer la Copa y celebrarlo con todos los aficionados. Hemos oído hablar mucho de gabarra y quiero vivirla en primera persona, estoy muy contento», proclamó el mayor, mientras Nico reconoció que «ojalá podamos meternos en Europa y sacar la gabarra, que tengo ganas de verla».
Ambos fueron de nuevo protagonistas en el juego y en los goles del Athletic y el pequeño explicó que «nos entendemos muy bien, ojalá seguir así. Primero de todo lo celebraremos con los compañeros y luego a casa para festejar con mis padres y mi familia», declaró tras el encuentro, donde tuvo palabras de reconocimiento para Ernesto Valverde. «El entrenador es la clave de todo esto. Nos pide que apretemos como animales, que no nos dejemos ninguna gota de sudor. Y eso es lo que hacemos», valoró.
Iñaki, por su parte, tuvo un recuerdo para su familia, en especial para su abuelo. «Mis padres no han podido estar aquí porque mi abuelo falleció y están en el funeral. Esto va por él. Todo lo que les damos a nuestros padres es poco».
Antes de esta confesión, en el cammpo, el Atlético se había acercado tímidamente a los dominios de Agirrezabala, con un par de remates flojos de Lino y Hermoso, mientras que el Athletic atravesó el corazón 'colchonero' con su primer remate entre los tres palos. Nico Williams avanzó por la izquierda, apuró hasta la línea de fondo y puso un centro en el segundo palo. Allí estaba esperando su hermano, quien conectó una volea y batió a Oblak por el palo corto. Le dio con la espinilla, pero el balón entró como un obús ante la impotencia del esloveno. La conexión fraternal funcionó a las mil maravillas y amplió la ventaja rojiblanca en el global de la eliminatoria. Corría el minuto 13 y los bilbaínos ya habían propinado la puñalada a los 'colchoneros'. Les dolió en el alma, incapaces de devolver el golpe pese a disponer de alguna que otra ocasión para ello.
Poco después, Nico recibió un pase de su hermano y su remate salió fuera lamiendo la cepa del poste izquierdo de la portería de Oblak. Solo era el aviso de lo que llegaría después, otro gancho en el hígado que dobló por la mitad al Atlético y lo partió en dos. Imposible de recuperar y unir trozos defectuosos. Iñaki Williams cabalgó por el costado derecho, se fue de un calamitoso Hermoso, pisó el área y dio un pase atrás al que llegó el pequeño de la casa para poner el segundo y La Catedral patas arriba. El navarro robó la cartera a Savic, se adelantó al montenegrino, metió el pie y llevó el éxtasis a las gradas de un campo en trance, feliz.
❤️ "Me hicieron del @AthleticClub para cosas como esta". @Williaaams45, con @Rsierraplus. #DeportePlus #LaCopaMola pic.twitter.com/QiVy95qscy
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) February 29, 2024
Todo el pescado estaba vendido y cargado en la parte rojiblanca, donde hubo sitio para un txitxarro más de Gorka Guruzeta. Los hermanos Williams desbrozaron el camino, lo asfaltaron hasta Sevilla e invitaron a sus compañeros a embarcarse a la aventura de la final. Hicieron algo parecido en los cuartos contra el Barcelona, en aquel viaje relámpago del atacante bilbaíno. Volvió de la Copa de África en modo exprés, apenas descansó del largo vuelo y fue determinante frente a los blaugrana. Marcó el tercer gol de los rojiblancos en la prórroga, el que supuso el 3-2, y luego Nico remató el cruce en el último suspiro con otro tanto de bella factura. 4-2 con el sello de una pareja que está haciendo una temporada de campanillas.
Con su gol de anoche, Iñaki Williams suma dos en esta Copa –Barcelona y Atlético–, mientras que Nico totaliza tres. También vacunó a los blaugrana y a los 'colchoneros' y marcó otra diana el día del Cayón. Estos tantos se suman a los nueve en la Liga del bilbaíno y a los tres de navarro, además de las asistencias repartidas entre ambos –cuatro coperas del pequeño de los hermanos y otras tantas ligueras del mayor–. Por cierto, anoche fue la quinta vez que conectaron entre ellos desde que comparten sitio en el primer equipo. Las tres anteriores se resolvieron con dos goles de Iñaki y uno de Nico.
Siguieron empujando en la segunda parte porque al viento no se le puede atar. Nico galopó por su banda en el minuto 50 y en vez de rematar quiso regalar el gol a Sancet, quien disparó desviado. Iñaki percutía por el otro lado, cómodo frente a un Atlético roto. Todo estaba decidido, solo quedaba por saber el resultado. El hermano mayor dejó su sitio al final a Berenguer y el pequeño jugó todo. Dentro de un mes tienen una cita con la historia en La Cartuja, y no piensan fallar.
Ernesto Valverde, por su parte, reconoció que «cuando ganas es una gozada. El año pasado estábamos aquí después de haber luchado hasta el final y no pudimos pasar. Este año vamos a ir a otra final», recalcó el técnico, quien añadió que «sé que la afición nos va a acompañar, entre todos intentaremos ganar. Es lo mismo que piensan en Mallorca. Vamos a ver si lo podemos conseguir. En una final no hay nada dicho, cualquiera puede ganar. Lo intentaremos, iremos a por todas. Intentaremos que la afición se vuelque todavía más». En este sentido, el preparador rojiblanco dejó claro que «sabemos lo que significa para nuestra afición jugar una final de Copa, todo lo que arrastramos. En la final no sabemos lo que pasará. Lo importante es que tu hagas todo lo que puedas para ganar y reconocerte en lo que haces. Hemos eliminado a un gran equipo que está por encima de nosotros en la clasificación y acostumbrado a jugar Champions cada año». Respecto a lo vivido en San Mamés, Valverde a destacó «el ambiente extraordinario es lo que hay dentro del vestuario, que nos empuja muchísimo. Siempre nos estamos apoyando, ahora estamos en un momento de felicidad y el ambiente entre todos es maravilloso. Esa es la clave del éxito». Simeone era la otra cara de la moneda. «Felicitar al rival porque lo hizo bien y mereció ganar. Nosotros ahora a pensar en el Betis», declaró.
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