Iñaki Williams, el gran hermano

Iñaki Williams cumplió 30 años en junio. Es uno de los siete veteranos del vestuario, en el que se cambia el presente y el futuro. Solo De Marcos, Yuri, Ander Herrera, Lekue, Ruiz de Galarreta y Vesga pasan de la treintena, un selecto club de gente experimentada en el que milita desde hace un par de meses el delantero bilbaíno. Debe ser el pegamento y el puente que conecte las dos orillas de un mismo río, en el que todo el mundo está obligado a remar en la misma dirección sin dudar ni vacilar sobre todo en la adversidad. La responsabilidad del mayor de los hermanos va en aumento y más después de las salidas de gente como Iker Muniain y Raúl García, entre otros, cuyo testigo hereda con el objetivo y la misión de liderar dentro y fuera del terreno de juego. Empezó a hacerlo hace tiempo, sobre todo en el tema de la lucha contra el racismo, uno de los rostros visibles de la Liga, incansable en su denuncia de actitudes xenófobas e intolerantes.

También es fundamental su labor pedagógica con las nuevas generaciones, el trabajo de fidelización y de transmisión de valores. No hay que olvidar que la continuidad de Nico, tentado por algunos de los equipos más importantes de la escena continental, tiene mucho que ver con el trabajo de su hermano mayor, quien ha conseguido hacerle ver que su sitio está en Bilbao. Habrá que ver hasta cuándo –hay pocas dudas tanto dentro como fuera de los muros de Ibaigane de que tarde o temprano volará–, pero su papel, el de su madre y el del resto de la familia se antojan claves para entender la decisión del extremo de seguir como rojiblanco. «Gracias a él, su trabajo y dedicación, ha abierto muchas puertas a la gente de color de aquí. En mi caso, fue un reflejo de lo que podía llegar a hacer. Tenemos que ser muy gratos todos con los hermanos Williams porque han echado la puerta abajo», dijo la semana pasada Álvaro Djaló en unas declaraciones al club.

Iñaki Williams afronta una campaña con cuatro competiciones –Liga, Europa League, Copa y Supercopa– y que supondrá el regreso del Athletic al escenario continental después de seis años de ausencia. En este sentido, el delantero también será importante porque es uno de los siete futbolistas del actual vestuario que sabe lo que es jugar como rojiblanco en Europa. El resto debutará en poco más de un mes, incluidos jugadores tan esenciales como Unai Simón, Dani Vivian, Nico Williams –flamantes campeones de la Eurocopa–, Oihan Sancet, Gorka Guruzeta y Álex Berenguer, entre otros, aunque este último lo hizo con el Torino. Solo De Marcos (65) ha disputado más choques internacionales que Williams (30), quien no olvida que la final del torneo en el que participará el Athletic se celebrará el 21 de mayo en San Mamés.

Junto con Williams y De Marcos, solo Iñigo Lekue (25), Ander Herrera (17), Yeray (12), Mikel Vesga (8) y Ruiz de Galarreta (6) han competido como rojiblancos en el tablero continental. Hay poca experiencia en este sentido en el vestuario del Athletic, donde la gente veterana y experimentada como es el caso del atacante bilbaíno tendrá que tirar del carro dentro del nuevo formato de la Europa League. Él sabe que su sitio está en la primera línea de batalla, en el frente, un lugar en el que se colocan generales y referentes que son seguidos por el resto de la tropa. Ha madurado a pasos agigantados, bajo las luces y en el silencio de la caseta, donde su voz es una de las más respetadas y no necesita levantarla para que se le escuche.

En el plano estrictamente personal, Iñaki Williams está en condiciones de meterse en el 'Top-10' de los futbolistas con más partidos en la historia del Athletic a la conclusión de la temporada. Lleva 421, 351 de ellos como titular, y si disputa al menos 25 superaría a Aitor Larrazabal en el décimo puesto de la clasificación. Suma 100 goles como rojiblanco, a cuatro de Joseba Etxeberria, por lo que está muy cerca de colocarse como el decimonoveno máximo anotador del club. Tiene retos apasionantes por delante, pero ninguno como liderar y defender al equipo de su vida.