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El caso Iñigo Martínez prosigue su curso silencioso y todo apunta a que continuará así hasta su desembocadura el próximo 30 de junio. Es cierto que el club no dice nada al respecto –en realidad, no dice nada sobre ningún tema–, y que el jugador ... de Ondarroa, cada vez que le preguntan, asegura que «no toca» hablar de su futuro, pero el pescado parece vendido. Las palabras de Valverde en la rueda de prensa previa al partido contra el Betis, cuando sin decirlo expresamente casi dio por sentado que Martínez no seguirá la próxima temporada y que el Athletic necesitará reforzarse para suplirlo, no pudieron ser más reveladoras.
15 partidos
ha jugado Martínez de titular: 8 victorias, 3 empates y 4 derrotas.
18 encuentros
ha estado ausente: 5 victorias, 4 empates y 9 derrotas
177 partidos
ha jugado Martínez en las seis temporadas que lleva en el Athletic
¿Puede haber una sorpresa de última hora? Todo indica que no, que el central rojiblanca acabará en el Barcelona, un club al que ya quiso ir cuando jugaba en la Real, pero en el fútbol, que da tantas vueltas, nunca conviene descartar ni siquiera lo impensable. En este caso concreto, por ejemplo, no podría descartarse que el Barça haga una pirula de las suyas y el Athletic acabe haciendo a Martínez una oferta superior a la que le hizo Aitor Elizegi. Y no por gusto, precisamente, sino porque se supone que Jon Uriarte y su directivos ya habrán caído en la cuenta del destrozo que supondría para el Athletic la marcha del ondarrutarra. En las últimas semanas han podido comprobarlo de forma casi sangrante.
A principios de temporada, Iñigo Martínez se perdió por lesión las cuatro primeras jornadas. Eran momentos de tensión por los rumores sobre su posible salida al Barça y fueron muchos los que entonces defendieron que el eje de la defensa estaba bien cubierto con Yeray y Vivian, y que tampoco había razones como para ponernos a llorar por las esquinas por la marcha del internacional rojiblanco. Después de la jornada 13, el 4 de noviembre, Iñigo volvió a lesionarse, esta vez para largo tiempo. Muchos lo dieron por amortizado, pero no volvió hasta la jornada 24, el 3 de marzo, y el equipo lo agradeció de inmediato. Ganó en poderío defensivo. El jugador dejó clara su jerarquía y se constató una evidencia: jugando a su lado, Yeray y Vivian eran mucho mejores, algo que Valverde sabía muy bien.
Hay casos en los que se hace difícil traducir en estadísticas la trascendencia de un jugador. En el de Iñigo Martínez, en cambio, resulta muy fácil, sobre todo esta temporada en la que ha estado tantas veces presente como ausente. Los datos no es que sean concluyentes. Es que provocan temblores pensando en el futuro. Veamos. En los quince partidos de Liga que el central de Ondarroa ha jugado como titular, el Athletic ha sumado 8 victorias, 3 empates y 4 derrotas. Dicho de otro modo: 27 puntos sobre 45 posibles, un 60%. En los 18 que no ha podido jugar, en cambio, los rojiblancos han cosechado 5 victorias, 4 empates y 9 derrotas. Es decir, 19 puntos sobre 54 posibles, un 35%. Y por si estas cifras y porcentajes no fueran suficientes, ahí va otra. El equipo de Valverde ha ganado los cuatro últimos partidos en los que ha podido alinear a Martínez y ha perdido cinco y empatado uno en los seis últimos en los que no ha podido jugar.
Opciones difíciles
En ese escenario, como dejó caer Txingurri, el club estaría obligado a reforzar esa posición porque con Yeray, Vivian y Paredes no es suficiente, y menos si el equipo acaba jugando en Europa. Y aquí surge el gran problema, en los refuerzos posibles. En realidad, sólo hay uno que podría cubrir ese vacío sin que el equipo bajase el nivel, incluso mejorándolo: Aymeric Laporte. Y por mucho que soñar sea libre y el central del City quiera acabar su carrera en Bilbao, todavía no parece una opción posible ni deportiva ni económicamente.
Un segundo nombre que sale a la palestra es el de David García. A Valverde le gusta. La operación, sin embargo, se antoja muy compleja. En primer lugar, porque Osasuna no va a dejar marchar a su segundo capitán por menos de su cláusula de rescisión, que es de 20 millones. Y en segundo lugar, porque el central de Ibero, a sus 29 años, ya es una institución en su club y sólo una oferta irrechazable, que el Athletic no está dispuesto a hacer, podría empujarle a tomar una decisión que, hoy por hoy, con el pique creciente entre rojiblancos y rojillos, le pondría a los pies de los caballos de la hinchada navarra.
El tercer nombre es el de Unai Núñez, que es un caso raro, enrevesado. Si el Celta se quiere quedar con el jugador podría hacerlo pagando al Athletic entre siete u ocho millones. Es más, los vigueses tendrían que quedarse con él, aunque no lo quisieran, si desde Ibaigane se lo exigieran. De manera que el central de Repelega, indiscutible para Carvalhal como antes lo fue para el Chacho Coudet, ahora en el Atlético Mineiro, sólo volvería en el caso de que el Celta no quisiera contar con él y el Athletic deseara recuperarlo. Y no parece que Valverde esté muy dispuesto a ello. De hecho, el pasado verano bendijo su marcha cuando todavía no se sabía con certeza si Iñigo Martínez acabaría o no en el Barça. En fin, que es muy posible que al culebrón Martínez le siga otro sobre qué hará el Athletic para no echarle de menos.
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