La Herri Harmaila convoca otra huelga de animación: esta vez durante todo un partido clave para la Champions

Segunda huelga de animación convocada por el grupo Iñigo Cabacas Herri Harmaila en San Mamés en las dos últimas semanas. Después de llamar a que los hinchas no entonaran cánticos durante la primera media hora del duelo ante el Elfsborg sueco, ahora les piden que estén callados durante todo el partido del domingo 8 ante el Villarreal, un duelo clave en las aspiraciones rojiblancas por alcanzar la Liga de Campeones.

El lema elegido para la nueva huelga de gargantas calladas es «Errepresiorik ez, Herri Harmaila Aurrera» (No a la represión. Adelante la Herri Harmaila). Los integrantes de esta peña, que dice tener 400 afiliados y son una más de las que se coloca en la Grada Popular, aseguran que sufren «abusos de poder y represión sistemática en la grada».

Su tesis es que «jornada a jornada», «la Liga, la Ertzaintza y el propio Athletic nos colocan en el punto de mira». Se refieren a las identificaciones que se realizaron al final del partido ante el Real Madrid a personas que lanzaron cánticos ofensivos por los que el club será sancionado económicamente.

Esta huelga se producirá horas después de que el Athletic emitiese un comunicado en el que el presidente Jon Uriarte «fue amenazado a la salida de San Mamés tras el partido contra el Real Madrid», tal y como adelantó EL CORREO. «Además de diversos insultos, el presidente fue intimidado mediante una advertencia explícita de las consecuencias que tendría para su persona «meterse» con la Herri Harmaila», señala la nota. Eso sí, Ibaigane ha matizado que «en ningún caso atribuye la amenaza a la Herri Harmaila, cuya gran mayoría, como el resto de la afición rojiblanca, es un ejemplo de deportividad, convivencia, civismo y respeto».

En lo que va de campaña, el club rojiblanco ha sido multado en tres ocasiones (partidos ante el Getafe, Valencia y Atlético de Madrid) y da por hecho que la próxima semana será denunciado por lo que sucedió ante el Real Madrid, en donde se llegó a avisar por megafonía en media docena de ocasiones que cesaran los insultos.

La junta de Jon Uriarte entiende que son gritos reiterativos y que acarrean sanciones económicas. La pasada campaña se pagaron 40.000 euros por este concepto. La junta entiende que es un grave problema a resolver y que su misión es velar por los intereses del club y de sus socios. Y estos pasan porque San Mamés sea un estadio amable y correcto con todos los visitantes.

Desde la Herri Harmaila mantiene que «en los tres últimos partidos »el nivel de represión ha superado una línea roja« y aseguran que en el duelo ante el Madrid »la Ertzaintza entraba con antidisturbios a la grada«.

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