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Henar Chico sintió que estaba en una nube a mediados de julio de 2015, cuando el Athletic se desplazó a Boise, Estados Unidos, la localidad en la que reside desde hace tres décadas. Sus ídolos, esos futbolistas a los que seguía cada fin de semana ... por la televisión de cable en el 'Basque Center' de Groove Street, estaban a su lado, con ella, presidenta de la Peña Boiseko Athletic, como una de las anfitrionas de esos días increíbles para toda la comunidad vasca y la plantilla. Se fotografió con Ernesto Valverde, con Aritz Aduriz, y con Mikel Balenziaga, su favorito. Poco después, aquel equipo ganó la Supercopa al Barcelona.
Y ahora espera que repita éxito en Sevilla contra el Mallorca. «El equipo está muy fuerte, está muy bien y muy motivados. Sería una pena que perdieran esta final... Además, en los partidos de Copa han estado fortísimos», se anima esta vizcaína de Ortuella que pasa unos días en su tierra. «Es que vi una oferta en septiembre del año pasado por 600 dólares...», cuenta. En sus cálculos no entró la final de Copa. «Ni lo pensé», se resigna. Eso sí, este fin de semana ha estado en el escenario de esa final. «Fui con las amigas. A celebrarlo con antelación», bromea Chico que, por descontado, tampoco estará en Bizkaia para ver la gabarra.
No obstante, le queda un consuelo. «Yo ya la vi. La vi hace 40 años, sé que fui. Y con eso me vale». Aunque piensa en sus hijos, nacidos en Estados Unidos pero con sangre vasca. «Maitane, la pequeña, pasa del fútbol, pero Andoni lo sabe todo, todas las estadísticas, los jugadores.Por él si me da un poco de pena. Además el año pasado estuvo enBilbao pero no jugaba el Athletic. Pero todo no se puede», reconoce esta vizcaína que ya está pensando en cómo organizar el visionado de la final en Boise, una ciudad a 8.000 kilómetros de Ortuella, la capital de Idaho, donde tantos vascos fueron a parar en busca de un futuro mejor.Sus amigos se apellidan Lasuen o Gavica, por ejemplo.
«Tengo que empezar a prepararlo.Lo pondré enFacebook, mandaré mails... Nos juntaremos en el Leku Ona, un restaurante que está justo enfrente del Centro Vasco», cuenta Chico sobre el lugar de reunión de los aficionados del Athletic, también de la Real, en una calle que cuenta, por ejemplo, con su propio frontón. En la peña, según sus cálculos, hay alrededor de 100 personas, y la última vez que se reunieron, como se ve en la fotografía, fue para ver el derbi de enero. «Hacía 10 grados bajo cero, pero ahí estábamos. Y ganamos», recuerda con una sonrisa Chico.
Más calor hacía el día de la semifinal contra el Atlético.Estaba en Ortuella. «La vi con mis amigos. Me lo pasé bien con los golazos de los Williams», tira de memoria una mujer que ha aprovechado estos días también para acudir a San Mamés en el duelo frente al Barcelona y a la tienda oficial para hacer algunos recados para sus amigos de Boise. Allí vivirá una final que ella casi casi da por ganada.
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