El navarro es un 'rara avis' en el mundo del fútbol. Cuando las cosas van bien, como le han ido a él primero como jugador y después como entrenador del Basconia y Bilbao Athletic, no es habitual que alguien decida bajarse del carro. Sin embargo, ... el de Andosilla lo ha tenido claro. Ha rebuscado en su interior y el cuerpo y la mente, el corazón quizá no por aquello del amor a los colores, les han dicho que se tome un tiempo «para reflexionar sobre qué quiero en la vida», reconoció este jueves en Lezama.
Es una decisión meditada y arriesgada a la vez porque «entrenar es lo que más me gusta, pero necesito reflexionar y dale una vuelta a lo que quiero en mi vida». Después de 26 años vinculado al Athletic considera que ha llegado el momento de «disfrutar de mi familia y saber qué me pesa más. Sé lo que me aporta entrenar, pero sé a lo que renunció cuando soy entrenador. Igual en octubre me estoy tirando de los pelos, pero desde la calma voy a tomar mejores decisiones», resaltó. Al Gurpegui técnico le surgieron las dudas «cuando terminó la temporada pasada».
«Hay que tomar decisiones que afectan a jugadores de entre 17 y poco más de veinte años y a mí como entrenador todas esas cosas que tengo que valorar me las llevo a casa», reconoció. Y, esta temporada, pese a la brillante trayectoria del filial consumada con el ascenso a Primer Federación ha terminado de convencerse de que necesitaba hacer a un lado temporalmente. «Encadenamos una racha de 13 partidos ganados y tenía la sensación de que algo no me dejaba disfrutar de lo que estaba pasando. Y si estando primeros mi interior no me dice 'esto es lo que necesitas' está claro que tienes que parar», enfatizó.
Nadie, aunque lo intentaron, ha conseguido hacerle cambiar de opinión. El club, que era consciente de sus dudas desde hace tiempo le ofreció la renovación en febrero y, «respetando su decisión», reconoció el director de fútbol, Mikel González, «tratamos de hacerle ver que lo mejor era que continuase», pero no ha habido marcha atrás. Tampoco los más cercanos le han hecho dar marcha atrás. «Hay gente en mi familia que no entiende, pero tengo claras cuáles son las circunstancias personales».
Sin embargo, el de Andosilla reconoció que «he dudado». «Estar con estos tipos todos los días y no tenerlos el año que viene me ha hecho dudar, pero es lo mejor para mi, el Bilbao Athletic y los chavales», afirmó. El éxito del filial y la Copa conseguida por el primer equipo también han ayudado a que diera el paso. «No hay un mejor final. Ascenso, acercar a los jugadores al primer equipo». Queda la duda, el propio Gurpegui no supo concretar, sobre qué hubiera pasado si los resultados hubieran sido otros. «Igual me hubiera quedado por el gusanillo, pero...», lanzó.
Nadie quiso perderse este jueves el adiós de uno de los referentes rojiblancos de los últimos tiempos en Lezama. Además de la plantilla del Bilbao Athletic también se dieron cita el presidente, Jon Uriarte, el director general, Jon Berasategi, el director de fútbol, Mikel González, y el segundo de Ernesto Valverlde, Jon Aspiazu, entre otros. «Las puertas del Athletic siempre estarán abiertas para él y esperamos que esto sea un punto y aparte y no un punto final. Todos los objetivos se han cumplido con creces y ha sido un año excelente. Esta será siempre tu casa», aseguró Mikel González. El director de fútbol, sin desvelar el nombre del que nuevo técnico del filial –todo apunta que será el hasta ahora preparador del CD Vitoria, Jokin Aranbarri–, garantizó la continuidad del staff de Gurpegui en el club.
El técnico de Andosilla, de 43 años, llegó a Lezama con 17, en 1998. Pasó por el Basconia, Bilbao Athletic y debutó con el primer equipo el 31 de marzo de 2002 ante el Villarreal. El curso siguiente dio el salto definitivo a la élite y en las quince temporadas que militó en el primer equipo disputó 393 antes de retirarse en 2016. A renglón seguido, se integró en el 'staff' de Valverde. Luego fue representante institucional del club y en 2022 se sentó en el banquillo del Basconia –acabó cuarto y jugó el play-off de ascenso– y su último servicio ha sido ascender al Bilbao Athletic. Hasta ahí. Ahora quiere coger aire y ver las cosas con perspectiva. Tiene claro que su ya exequipo tiene mimbres para competir en Primera Federación la próxima campaña y que «si el nuevo entrenador me necesita no tengo ningún problema en ayudarle» porque el Athletic «es mi segunda familia». Cuando vine como juvenil nadie de mi entorno pensaba que iba a estar tantos años», concluyó dejando entreabierta la puerta.