Del Horno celebra eufórico el triunfo contra el Real Madrid, gracias a sus goles. Fernando Gómez

La gran noche de Asier del Horno

El lateral izquierdo de Gallarta brilló con un doblete en la soberbia victoria que el Athletic logró contra el Madrid galáctico hace 16 años

Viernes, 20 de marzo 2020, 00:47

Había una galaxia enfrente. Casillas, Roberto Carlos, Figo, Guti, Raúl, y el 'jefe' de todos ellos, David Beckham. Daba una pizca de miedo. Sin embargo, el Athletic destrozó a ese equipo repleto de estrellas, entrenado por Carlos Queiroz. Entre los de Ernesto Valverde, un ... futbolista que brilló por encima de todos los esforzados jugadores que doblegaron al Madrid. Fue Asier del Horno, que vivió su gran noche en la escuadra vizcaína, un encuentro que siempre ha guardado en su memoria. «Quizá sea el partido de mi vida», confesó al día siguiente a EL CORREO. Después de que los locales se adelantaran (2-0), Raúl González igualó el marcador en la segunda parte. ¿Qué pasará? ¿Habrá remontada? Nada de eso. El lateral izquierdo de Gallarta, criticado por un sector de la grada por su carácter impulsivo y sus lagunas defensivas, consiguió un doblete, en sesenta segundos, que levantó a San Mamés de sus asientos y ofreció a los vizcaínos la victoria más abultada sobre los blancos en casi tres décadas. De hecho, desde aquel triunfo (4-2) de hace 16 años en La Catedral, los bilbaínos solo han ganado tres veces como anfitriones en la Liga al Madrid, y siempre por un solo tanto de renta (2-1 y 1-0). Aquel 20 de marzo de 2004, Del Horno, un portentoso defensa zurdo, que luego se marchó al Chelsea, regaló uno de esos duelos inolvidable al universo rojiblanco

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El vizcaíno, con un talento desbordante, tenía al Madrid como su víctima favorita. Su primera diana como profesional, en febrero de 2002, se la llevó la tropa blanca. La segunda, también. Y el único doblete que firmó en la Liga, ya sabrán a quién se lo endosó. Sí, a los madrileños, y fue el 20 de marzo de hace 16 años; y al año siguiente le coló otro más. Pero volvamos a esa noche.

Sábado, 19.30 horas. Los locales se plantaban en casa después de dos derrotas seguidas. El Madrid, líder, tras caer en la final de la Copa ante el Zaragoza tres días antes. ¿Quién rompería la tendencia? Pues fue el Athletic, en plena lucha por las plazas europeas, que salió a por todas hacia la portería de Iker Casillas. Es cierto que no fue hasta los últimos instantes de la primer mitad cuando los vizcaínos se adelantaron. Yeste y Urzaiz, los goleadores. Pero los visitantes no se dieron por vencidos. Liderados por Raúl, doblete, empataron a falta de 30 minutos. Entonces, en un abrir y cerrar de ojos, en el 75 y el 76, brotó la figura de Del Horno.

Discutido por la grada por su falta de concentración para cerrar la banda, pero valiente y osado para mirar hacia arriba, el internacional aprovechó una jugada a balón parado para anotar el primero. "Sabíamos que les podíamos hacer daño así", confesó. Y, de inmediato, el segundo. Con un quiebro a Helguera incluido, una pequeña obra de arte. "Después de regatear a Helguera ya sabía que tenía a Casillas delante y sabía que iba a disparar". Y goooooool. Extasis en una Catedral, eso sí, sin demasiada gente, solo 27.000 espectadores por los altos precios impuestos por la directiva. Pero los que estuvieron en el extinto campo disfrutaron de lo lindo. Gracias a él, a Del Horno, que aguantó un curso más en Bilbao y luego se marchó al Chelsea. Más tarde volvería como cedido, pero ya nunca fue lo mismo. No obstante, siempre le quedará aquella gran noche de hace 16 años.

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