Garitano, de nuevo en situación límite

No se equivoca el deriotarra cuando dice que siempre estará «en el foco». Sabe que es así y que su proyecto será examinado partido a partido. El compromiso en Mestalla adquiere de nuevo categoría de reválida, un ultimátum que deberá superar si quiere mantener la situación bajo control. No es ningún secreto que hay un sector de la junta que lleva tiempo abogando por su destitución, pero tanto Elizegi como el director deportivo Rafa Alkorta son los principales valedores de Garitano. En la charla posterior a la derrota frente al Celta, en la que el Athletic dio una mala imagen, el presidente rojiblanco trasladó a sus directivos que no hay que tomar decisiones de este calibre de una forma precipitada y que el preparador vizcaíno continuará en el cargo. En ningún momento su cese fue el asunto nuclear de la charla, que por supuesto salió en el intercambio de impresiones, sino más bien se trató de hacer una radiografía de la situación y analizar sus factores.

El proyecto de Garitano da claros síntomas de agotamiento y el club está pensando en clave de futuro. Existe un plan B, una alternativa en la recámara, pero de momento no se pondrá en marcha en un año en el que el Athletic peleará por los títulos de Copa y Supercopa. El club renovó a Garitano con la intención de que lidere la transición 'post Aduriz', una tarea para la que Elizegi consideraba que el deriotarra era el hombre adecuado. Ahora ya no lo tiene tan claro, pero desde luego no piensa ahora mismo en un despido. Quiere avanzar, capear el temporal y de cara a la próxima campaña apostar por un nuevo entrenador. En el fútbol, las cosas cambian de la noche a la mañana y una buena racha (o mala) puede cambiar la suerte de un técnico. Pero salvo sorpresa mayúscula, Garitano afronta sus últimos meses en el banquillo de San Mamés.

La derrota contra el Celta recuperó de golpe las dudas que en apariencia se habían disipado con la suma de cuatro puntos de los últimos seis posibles, pero parece evidente que la crisis sigue ahí. Por eso el encuentro en Mestalla será un nuevo examen para Garitano y su Athletic, que encima entrará ahora en una fase dura del calendario. Cuatro partidos en diez días -Valencia, Real Madrid, Huesca y Villarreal- definirán bastante el terreno e el que se mueve el equipo. De su respuesta en estos compromisos dependerá el proyecto de su entrenador, consciente de que solo los buenos resultados le protegerán de las críticas y las peticiones de cese.