Ajenos al ruido institucional, Lewandowski, Iñigo Martínez, Ter Stegen, Lamine Yamal, Eric García, Dani Olmo, Gerard Martín y Pau Cubarsí se divierten en un entrenamiento. Barcelona

Fútbol Club Barcelona: mucho humo y un incendio tras otro

El próximo rival del Athletic naufraga en lo económico y trata de salir a flote en una parcela deportiva que acumula hechos insólitos como la marcha de Gündogan o la no inscripción de su único fichaje, Olmo

Viernes, 23 de agosto 2024, 00:54

Joan Laporta encadena un problema tras otro. Al regresar al poder en 2021 heredó una desastrosa gestión económica de Bartomeu noqueada por la pandemia. Desde entonces su junta, que se ha enfrentado al estallido del 'Caso Negreira', trata de capear el temporal como puede. Las palancas ya son innumerables, pero los múltiples engorros en los megacontratos de varios jugadores lastran cada mercado de fichajes de una nave azulgrana cada vez más a la deriva.

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El Athletic visita este sábado (19 horas) a un equipo que Xavi definió «en construcción» pero que, cuando expresó que apenas tenía herramientas para edificar, acabó con su capataz, arquitecto sobre el terreno de la mejor obra culé de la historia, en la cola del paro. Pese al supuesto cariño que le tenía Laporta y su apuesta en alguien de la casa, Xavi cayó por asumir que los tiempos en Can Barça no son los de antes con una frase tan evidente como demoledora. «Hace 25 años el técnico del Barcelona decía: 'quiero fichar a este, este y este'. Ahora, no», lanzó en rueda de prensa poco después de volver a sentirse con fuerzas de seguir tras haber expresado su voluntad de dejar el equipo a final de temporada. Un paripé en el que se pasó de los abrazos al puñal por la espalda que le asestó el 'president'.

Con este precedente, resultaría muy extraño ver lamentarse a Hansi Flick, encargado de reflotar el proyecto azulgrana. Y motivos tiene para ello. Al margen de un Gamper para el olvido (0-3 ante el Mónaco), el Barça se estrena ante su público ni más ni menos que frente al Athletic, equipo liderado por un jugador por el que ha suspirado todo el verano hasta darse de bruces con la realidad. Porque quizás Nico Williams viese con buenos ojos dar ese salto competitivo tras lucirse en la Eurocopa, pero lo que parece claro es que no había ninguna fórmula en las debilitadas arcas catalanas de llevar a buen puerto la operación. En paralelo, Laporta ha vendido que sí se podía e incluso hasta el presidente de la Liga, Javier Tebas, vio viable la operación.

Otra vez las inscripciones

Olmo puede perderse su segundo partido. Hace un año Iñigo Martínez no jugó hasta la cuarta jornada

Lejos de fructiferar, a un día del partido el club azulgrana ha sido incapaz de inscribir a su único fichaje del verano, Dani Olmo. Se trata de una situación ya vivida hace un año, cuando Iñigo Martínez, reclutado desde Bilbao en otro movimiento lleno de polémica y tiranteces, no pudo debutar hasta la cuarta jornada de Liga. ¿El motivo? El incumplimiento de la anhelada regla del '1 por 1', esto es, poder gastar lo mismo que ingresas. En estos momentos el Barcelona no tiene equilibrado su 'fair play' por varios frentes abiertos.

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solo jugador, Iñigo, sigue entre los fichajes de 2023. Se han ido Gündogan, Cancelo, Joao Félix, Romeu y Vítor Roque

En la parcela deportiva, los altos salarios, tanto los heredados de la era Bartomeu como los firmados por Laporta, suponen una losa difícil de levantar. Lejos quedan los gestos de hombres de la casa como Piqué o Sergi Roberto, que se bajaron el sueldo para permitir la inscripción de varios de sus compañeros. El mejor ejemplo es Lenglet, un central cuyo rendimiento ha caído en picado y al que se le ha buscado salida en forma de cesión las últimas temporadas. Cobra ocho millones de euros al año y de momento sigue a las órdenes de Flick, que no cuenta con él. La dirección deportiva que dirige Deco quiere buscarle una salida –también ha aparecido Christensen entre los candidatos a salir– como ha hecho recientemente con Gündogan y Vítor Roque.

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La regla del 1 x 1

El Barça no puede gastar lo mismo que recibe por incumplir el 'fair play' y necesita nuevos ingresos

Si la cesión del delantero al Betis se entiende poco puesto que más allá del canterano Pau Víctor no hay relevo a Lewandowski (36 años recién cumplidos), menos todavía la del centrocampista alemán, al que se ha concedido la carta de libertad para que regrese un año después al City de Guardiola. Así lo ha decidido el Barcelona para deshacerse de los 18 millones que cobraba. Eso en cuanto a los números, pero alguna de sus manifestaciones durante la pasada campaña dividieron al vestuario. Pidió más entrega a sus compañeros tras caer ante el Madrid y afeó a Araujo por la prematura roja que vio el día de la eliminación con el PSG. Mención aparte merece decir que de las seis incorporaciones del verano pasado (Iñigo, Cancelo, Joao Félix, Oriol Romeu, Gündogan y Roque) solo sigue el vizcaíno. Y de los últimos tres años, solo permanecen 10 de 26 refuerzos, números que demuestran los ramalazos a la hora de fichar de Deco y compañía.

Dos palancas más

Es un equipo cogido con alfileres, repleto de promesas de La Masía aún sin experiencia y en la actualidad con hombres clave lesionados (Araujo, De Jong, Gavi). Laporta, que llegó a abrazar un maniquí de Messi en campaña para prometer su renovación unos meses antes de la salida del astro argentino, sigue empeñado en un fichaje de relumbrón para el extremo izquierdo. Los esfuerzos en vano por Nico hacen que el club tenga poco margen de maniobra. Los últimos nombres en salir han sido los de Leao y Chiesa, pero sigue sin llegar nadie porque primero hay que dejar salir. También se ha tanteado a Marc Pubill, oro en París y todavía miembro del descendido Almería, para reforzar el lateral derecho, donde actúa un central como Koundé. Además, se espera que llegue otra palanca tras la venta de un porcentaje de Barça Studios e ingresar así 40 millones de euros procedentes del grupo Aramark, además de otros 20 por otro trozo de Barça Vision por parte de Bridgeburg Invest.

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En el curso del 125 aniversario, el Barça se agarra a intangibles como la ilusión que puede despertar en el 'soci' el Nou Camp Nou, una mole que albergará a 104.600 espectadores y que prevé acoger partidos a finales de este mismo año –los plazos se han ido retrasando– con aficionados en sus dos primeros anillos. También ha habido inconvenientes hasta con Nike, con el que se sigue negociando por una cantidad cercana a los cien millones de euros. Las equipaciones de esta temporada tardaron en salir a la venta por un problema en la impresión del principal sponsor del club, Spotify.

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