Orden para el centro del campo

Es un jugador con una técnica depurada, presenta un porcentaje elevado de acierto en los pases, no rifa la pelota. Maneja con destreza los pases de seguridad para organizar y dar continuidad al juego. Además, posee precisión en los desplazamientos en largo. Es un jugador rápido, con un potente tren inferior. Se orienta correctamente para los apoyos y para realizar cambios en la orientación del juego.

Zubimendi adquiere protagonismo en la salida desde la retaguardia, colocándose entre los defensores centrales para iniciar las transiciones del equipo. Está capacitado para filtrar pases entre líneas, librando al equipo de la primera presión del contrario. Apto para sobrepasar a los rivales con poderosas conducciones.

Con veintidós años atesora el poso y la tranquilidad necesaria para liderar la construcción del juego de ataque. Domina la demarcación con veteranía, buena colocación y equilibrio. Ejerce la función de centrocampista de posición, ofreciendo apoyos constantes a la defensa y siendo el soporte de los jugadores más avanzados. Forma el doble pivote con Mikel Merino y su labor libera el posicionamiento del navarro, que tiene más libertad para saltar a la presión. Estos días se encuentra con la selección española sub'21.

Dani García, treinta años, ha disputado hasta el momento veintinueve partidos, partiendo como titular en veintiún choques, colaborando con dos pases de gol.

Representa a la perfección la figura del jugador de equipo. Es un centrocampista con carácter, que se muestra competitivo en todas sus acciones y se centra en las funciones menos vistosas del juego. Posee notables fundamentos tácticos defensivos, se posiciona correctamente y siempre está presto para ayudar en las coberturas y las vigilancias.

Es intuitivo en las interceptaciones, siempre mantiene el equilibrio del conjunto y ofrece una percepción colectiva del juego. Muy impulsivo, a veces necesitaría controlarse mejor para evitar amonestaciones innecesarias.

Está bien dotado técnicamente, maneja con soltura ambas piernas, pero se echa en falta una mayor iniciativa en el juego de ataque, donde participa muy poco.