La Federación acata la orden del Gobierno y la final de Copa se disputará sin público

Desde que la Federación lanzara su inesperada y muy criticada propuesta sobre la apertura parcial de La Cartuja, las noticias contradictorias se sucedieron a lo largo de la jornada y llegó a reinar la confusión. El planteamiento de abrir el recinto se sustentaba en el hecho de que los responsables sanitarios entendían que la disputa de la final con público supondría «la calificación de riesgo epidémico moderado por Covid-19, lo que permitía la asistencia de un aforo limitado».

Sin embargo, el Gobierno central, a través de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, advirtió de que ese escenario no era aconsejable y de que haría todo lo que estuviera en su mano para impedirlo a pesar de que las competencias en la materia son del Ejecutivo autonómico. La decisión del Gabinete de Juanma Moreno de mantener en Semana Santa el cierre perimetral en la comunidad echaba por tierra la idea de la Federación y sólo dejaba viva la posibilidad de que estuvieran en el estadio aficionados de Sevilla y su territorio. Pero esta altenativa también ha sido desechada.

El ente federativo ha dado por tanto marcha atrás a pesar de defender que ha trabajado «en todo momento dentro del más estricto marco de cumplimiento a las decisiones de las autoridades sanitarias, siendo siempre sensibles a sus recomendaciones». Finalmente ha acatado la resolución de la Junta y también ha reculado al asumir que las presiones del Ejecutivo de Pedro Sánchez hasta la fecha de la celebración del derbi vasco iban a ser constantes.

«De todo esto se ha informado a ambos clubes, que han comunicado que acatarían cualquier decisión de la RFEF. Se ha valorado especialmente el hecho de que las aficiones no puedan desplazarse y acudir al estadio de La Cartuja, acordando la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía y la Real Federación Española de Fútbol que dicho partido se desarrolle sin la asistencia de público en las gradas», aseguraron este jueves ambas instituciones en un comunicado conjunto.

Responsables de la Federación mantuvieron en la tarde de este jueves una reunión en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, en Madrid, con los dirigentes del Athletic y de la Real Sociedad para confirmarles que la final se disputará a puerta cerrada y para detallarles los pormenores que les llevaron a plantear la posibilidad de abrir La Cartuja con aforo limitado y los que les han conducido a descartarla 24 horas después.

Al término del cónclave se pronunciaron tanto el presidente del club rojiblanco como el del donostiarra. Ambos quisieron trasladar una imagen de unidad. «Hemos asumido que era el momento de seguir siendo responsables, más todavía en una situación sociosanitaria en la que es necesaria la colaboración para contenerla y detenerla», declaró Aitor Elizegi. «Quizás sea la final más importante que estamos jugando y ahí estamos unidos porque sólo puede haber un vencedor», añadió el mandatario rojiblanco.

Jokin Aperribay se expresó en términos muy similares. «Ambos equipos estamos para ayudar y comprendemos perfectamente la situación actual de la pandemia y las dificultades que está provocando en todos los ciudadanos del mundo», subrayó el presidente de la Real. «Lo que hay que hacer -agregó- es cumplir los consejos y las recomendaciones de las autoridades sanitarias. La Real manifiesta la máxima colaboración con la decisión adoptada (por la Federación)».