Un museo del Athletic en Medina de Pomar

Guiados por el puro altruismo y trabajando después de salir del tajo y los fines de semana, estos socios reformaron el edificio, cada uno aportando en lo que podía y con un crédito de la junta directiva del Athletic para comprar material, en unos ocho meses. «Hicieron una labor increíble», reconoce el presidente de la peña, Rafa Garrido. «Cuando entramos gente más joven en la directiva, decidimos hacerles un homenaje. Josu Urrutia les mandó una carta de agradecimiento, pero nuestro compromiso fue seguir el trabajo que comenzaron», añade Garrido.

Dicho y hecho. Si en un principio la reforma sirvió para habilitar dos plantas (un bar exclusivo para socios, en el primer piso, y una cocina con comedor, en el segundo), con la continuación de las obras lo han ampliado hasta cinco. Los tres últimos están dedicados al Museo Dani, donde se pueden contemplar periódicos antiguos, camisetas de hace décadas y todo tipo de artículos que la gente de la peña ha ido donando. «Al principio fueron dos salas, y mira ahora. Cuando cerró San Mamés por las obras, el nuestro fue el único museo del Athletic y hubo gran peregrinación», relata el presidente de la agrupación.

Con el paso del tiempo, la peña también ha crecido. Ahora son 70 socios, «todos de Medina». La convivencia con los seguidores de los otros equipos es «muy buena», y las últimas finales contra el Barcelona las han visto juntos aficionados de los dos equipos. Se puede decir que es una agrupación bastante activa. Por ejemplo, todos los veranos organizan un partido de pretemporada con 'las neskas' contra el Medina, con comida en la sede. También otorgan el premio 'El mejor pase de gol' para los jugadores del primer equipo, cuyo ganador se lleva su peso en productos de la región. En el caso del femenino, hacen un homenaje a la jugadora que lo haya pasado mal esa temporada por problemas personales.

Pero la hazaña mas memorable de estos apasionados del Athletic es lograr el récord de desplegar la bandera más grande en la cima de una montaña. Hace unos siete años, más de cien personas subieron al pico San Mamés, en la cordillera de Tesla, a más de 1.000 metros de altura, y extendieron la tela, de unos 100 metros cuadrados. «Colaboró todo el pueblo, porque nos dejaron unos todoterrenos para subir hasta arriba a personas mayores, niños y personas con problemas de movilidad», recuerda Garrido.

Pero los socios de Medina de Pomar tienen claro que las grandes gestas se jugarán este sábado y el día 17. Para Garrido, lo más importante está hecho, que es llegar a las finales. «Muchísima gente de todo el mundo estará viendo el partido, y ahí estaremos nosotros. Si se gana, tremendo, pero si perdemos lo haremos con dignidad, porque jugando con el vecino del quinto nos enfrentaremos a dos equipazos», zanja el presidente. En este municipio de Burgos, la rivalidad con la Real Sociedad no se vive con tanta intensidad como en Euskadi, por eso la mayoría preferiría ganar al Barça, si hubiera que elegir. En todo caso, piensan que a los realistas les podrá la presión. «Nosotros sabemos perder finales, ellos no», aclara Garrido.