De Filipinas a Sevilla con parada en San Francisco

Lo cuenta él mismo: «Cree una lista de distribución en un servidor y puse una página del Athletic, con alguna foto, textos. Se empezó a apuntar gente de todo el mundo. Había, por ejemplo, una persona de China, también de Reino Unido, por supuesto de Bilbao... Éramos alrededor de 100 personas», cuenta con orgullo este vizcaíno que recuerda que esta iniciativa dio paso al nacimiento de la primera peña digital, de Internet, de España.

«Se le ocurrió a gente de la universidad de Deusto. De aquella, es verdad, los estatutos del Athletic no lo permitía y tuvimos que poner como sede un bar», cuenta este aficionado que acudirá a Sevilla. De por sí, viajar desde San Francisco supone una buena inversión en horas.Pues bien, él lo hará un poco más difícil. Está de vacaciones en Filipinas –con una breve incursión en Hong Kong– y llega a su casa en la costa Oeste de Estados Unidos el 2 de abril. «En cuanto el Athletic llegó a la final, me puse a buscar cómo podía ir». Pues bien, el 4 de abril aterizará en Madrid con su mujer y, desde allí, viajará en coche, con su hermana y un primo, a la capital hispalense. «Una paliza». Porque además, no tiene entrada para el duelo de La Cartuja. «Bueno, soy optimista para conseguir una», señala este hombre que toca el acordeón.

Le gusta hacerlo, especialmente, cuando recibe visitas en California. «Cuando viene gente, le gusta», señala. Seguidor de siempre del Athletic, enciende la televisión para ver los encuentros en ESPN, un canal que desde hace unos años da los encuentros de la Liga.

Y la final de Sevilla espera verla en directo. En el campo. Con su familia. Como lo ha hecho en dos ocasiones anteriores. «Estuve en la que perdimos contra el Betis, en 1977. Fui con mis padres y con un hermano mío. Fue muy impactante el ambiente, imagínate para un niño ver todo aquello». Más tarde, repitió. En esta ocasión, en Valencia.

Fue en 2009, hace quince años. Y el resultado similar al que se cosechó contra el cuadro verdiblanco, otra derrota, entonces a manos del Barcelona. Cruza los dedos para que el resultado no se repita. «¿Qué supondría para mí ganar la final? Sería el colmo de la felicidad», admite Martínez, trabajador de la firma Nvidia, y que considera que el Athletic tiene «un equipazo. Creo que vamos a ganar porque el equipo está jugando como nunca», se anima.