El Athletic ofreció este lunes contra el Getafe muchas cosas buenas para conseguir una victoria contundente: intensidad, ritmo, verticalidad, efectividad y capacidad de reacción. Todo ello dejó un festival rojiblanco para lograr un repóker. Enorme encuentro.
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Nuestro equipo regresaba a la Liga y a La ... Catedral tras la resaca de la Supercopa y la clasificación para los octavos de final de la Copa. Marcelino mantenía su bloque, con las únicas ausencias de Iñigo y Yuri por sus problemas físicos, ante un rival rocoso y siempre complicado.
Muchas cosas pasaron en los primeros 45 minutos. El partido, eso sí, no podía empezar peor. Un error en la salida de balón unido a un fallo en la marca se convertía en el gol más rápido de la Liga de Cucurella. A remontar.
La reacción de Athletic no se hizo esperar. Primero el VAR hacía rectificar al árbitro tras señalar un penalti sobre Williams y, de inmediato, aparecían los mismos protagonistas del empate en Ibiza. Muniain se sacaba un gran centro con la izquierda que remataba Raul García con una bolea. Además, Unai Simón mantenía al equipo en el partido con su parada en el penalti.
Si la primera mitad empezó de la peor manera la segunda no podía arrancar mejor. Un ciclón. Otra vez un balón parado de Muniain, llegó a la cabeza de Yeray. Luego le tocó a Raúl, a pase de Balenziaga; su lesión fue lo peor. Y los cambios no pasaron desapercibidos: Berenguer conseguía su gol. Unai López y Villalibre llevaron una contra perfecta para que De Marcos consiguiera el quinto.
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