El feliz cumpleaños de Beñat Prados: gana jerarquía y fuerza un penalti con aire a final

Fue un partido copero de los de verdad, con Simeone y Cerezo dando el cante para echar leña a la hoguera y Valverde y Uriarte con el cubo de agua porque lo que menos les interesaba era un ambiente de salvaje Oeste. Cuando llegó la hora de la verdad, la del fútbol, el Atlético saltó al campo dejándose llevar por la inercia del ruido y tuvo llegadas peligrosas en los primeros minutos. Pero en cuanto el Athletic reposó el duelo, aquello fue otra cosa.

El juego de presión vigorosa comenzó a dar sus frutos. Y todo con un equipo liderado desde la sala de máquinas por el sorprendente Beñat Prados, que este jueves cumple 23 años. El navarro ha ganado tanta jerarquía que a estas alturas es el mediocentro titular. Ha salido en el once en cinco de los seis últimos partidos. Sólo desapareció de él en las rotaciones decretadas por Valverde en Cádiz. Vive su mejor momento en el club al que deseaba venir desde el Txantrea desde niño y por el que rechazó en numerosas ocasiones al Osasuna. No hay mejor forma de celebrar los 23 años que hoy cumple.

Prados forzó la jugada clave del partido, la que pone al Athletic más cerca de Sevilla. Recibió una pelota al borde del área. Reinildo le cazó con las dos piernas por delante en tijera y con los tacos por delante. El mozambiqueño reaccionó al penalti más claro de la temporada levantando la mano y diciendo que no. El colegiado, sorprendentemente, sólo le sancionó con una amarilla. Era una roja clara por tratarse de una acción que puso en peligro la integridad física del navarro.

Prados se doctoró. Ofreció controles orientados, supo conducir con autoridad entre líneas y ser decidido en la presión para recuperar arriba, como sucedió en la jugada del penalti. Tiene cosas que apasionan a los entrenadores. Valverde le define como un jugador con «casta», pero también de la rigor táctico y sentido de anticipación en los duelos. El entrenador le había asignado la misión de ayudar en las labores defensivas. No sólo fue capaz de ello, sino que también tuvo coraje para irse arriba, como en la jugada del penalti.

El centrocampista se fue del campo vacío en el minuto 60 relevado por Ander Herrera. Tenía una tarjeta, Valverde quiso protegerse y evitar acabar con diez. El entrenador quiso recompensar su rendimiento de forma explícita. Avanzó unos pasos hacia él en la zona técnica y le saludó antes de darle una palmada. «La temporada pasada estaba jugando en Segunda (Mirandés) y ahora ha participado en una semifinal. Estos partidos vienen bien a los jóvenes para aprender», dijo su entrenador.

El navarro fue uno de los brillantes jóvenes rojiblancos. Agirrezabala mostró autoridad y Unai Gómez volvió a ser un jugador importante. El Athletic tiene promesas en las que puede confiar a pies juntillas. El penalti a Beñat lo transformó Berenguer. Pese a que está mejor, Vaverde finalmente decidió no arriesgar con Nico Williams, al que ni siquiera sentó en el banquillo. Junto a Jauregizar fue uno de los dos descartados por el entrenador entre los 24 convocados.

Berenguer engañó a Oblak y firmó así su quinta diana de la campaña, la primera en Liga. Es una situación complicada para él porque con los Williams no tiene sitio en el equipo. Eso sí, cuando sale aporta. Sus cinco tantos demuestran la importancia de tener un banquillo que sume. Desde el primer momento se le vio enchufado y aportando. Tras anotar dos goles en el derbi ante la Real en el que cubría la baja de Willliams el navarro se reivindicó en la sala de Prensa. «He demostrado que tengo nivel de sobre para jugar en el Athletic», lanzó. La frase estaba perfectamente vigente anoche.

En el tramo final del duelo hubo otra pena máxima, de Yeray a Morata, pero por suerte para el Athletic fue anulada por fuera de juego del atacante madrileño. El Atlético de Madrid dobló la rodilla en su estadio, en el que llevaba sin perder desde el 8 de enero de 2023, con un balance hasta anoche de 28 triunfos y dos empates, ante el Getafe. Hasta que llegó el Athletic camino de Sevilla.

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