Cuando la Federación se reía de la Justicia

¿Y qué pasó? Los organismos correspondientes de la Real Federación Española de Fútbol actuaron con diligencia y dejaron sin efecto el castigo en cuanto recibieron el auto con las medidas cautelares. Lewandowski jugó contra el Espanyol y a los pericos les sentó la decisión como una patada en la boca. La justicia es algo muy serio, pensaron en los despachos de Las Rozas, y lo es, evidentemente, pero el caso me recordó a los tiempos en los que todavía vivía Franco y en los que la Federación se reía a mandíbula batiente de los jueces y sus resoluciones.

¿Recuerdan el caso de los oriundos? Posiblemente los lectores más veteranos lo tengan presente todavía, pero a los jóvenes aficionados al fútbol les puede sonar a película de ciencia ficción saber que en 1975 jugaban de forma irregular en España 87 futbolistas sudamericanos con pasaporte español, y no sólo en Primera y Segunda División. También había 18 en Tercera y diez en Primera Regional.

Sospechas sobre la nacionalidad

Se les concedía la nacionalidad por ser hijos de españoles, hasta aquí nada raro. La cuestión es que la gran mayoría no lo eran. Todo empezó cuando dos periódicos –el Nuevo Diario y el Ya–, publicaron sendos artículos en los que se sospechaba sobre la verdadera nacionalidad de un jugador azulgrana, Cos. Según las informaciones, el futbolista Bernardo Patricio Fernández Cos, en vez de ser un español nacido en Santísima Trinidad (Paraguay), se llamaba realmente Bernardo Patricio Cos Luján, era argentino y había visto la luz en la ciudad de Córdoba.

La noticia puso de los nervios al Barça. Su gerente, Bernardo Carabén, en vez de tratar de silenciar el asunto, pasó al ataque y denunció que su club no era el único; que en España había al menos 40 jugadores en la misma situación. Entonces, el Athletic y la Real Sociedad se unieron: pidieron explicaciones y nadie se las dio. En algunas situaciones se rozaba el esperpento. Adorno llegó a España y dijo que su padre era de Celta de Vigo. Ni él mismo se aclaraba sobre su origen. Primero dijo que era de Puerto Aragón y luego de Corrientes. La falta de memoria era una de las características de los oriundos. Aguirre Suárez decía haber venido al mundo en Ceballos (Paraguay), pese a que en Tucumán (Argentina) juraban que era de allí. Incluso era conocido como 'el Tucumano'. Carlos 'Lobo' Diarte cazó un Martínez para anteponer a sus apellidos. Valdez era huérfano según la partida de nacimiento, pero al llegar a Valencia resucitaron sus padres.

Contrataron un detective

Eguidazu y Orbegozo contrataron un detective que investigó en Sudamérica. Volvió a casa con un cargamento de pruebas, así que el Athletic y la Real denunciaron ante los tribunales de justicia, que citaron a declarar a los futbolistas. Los jueces retiraron la nacionalidad a varios jugadores. Los clubes vascos decidieron entonces, impugnar los partidos en los que jugaban Roberto Martínez y Anzarda, del Real Madrid, Jacquet, del Oviedo, Valdez del Valencia y Cos del Barcelona. Ni la Federación, ni sus comités de competición, ni la Delegación Nacional de Deportes actuaron. No se dieron por enterados de las resoluciones judiciales. Sólo cuando Dinamarca impugnó la alineación de Roberto Martínez con España en un partido de clasificación para la Eurocopa, recularon un tanto y no lo convocaron más.

No pasó nada. Murió Franco, la ley de Amnistía regularizó a los irregulares y el Athletic y la Real se quedaron con un palmo de narices. Para mayor escarnio, cuando ya nada podían hacer, la Federación Española les envió un informe en el que reconocía que tenían razón en todas las denuncias.