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«En los últimos diez años este equipo ha vivido mucho de los goles de Aduriz. No vamos a encontrar nunca un sustituto, pero esos tantos que metía los tenemos que sumar un poquito entre todos». Este fue el rotundo mensaje que Gaizka Garitano lanzó ... a su frente de ataque la víspera del inicio de Liga. No quiere arrastrar esta campaña el que considera el mayor problema de la pasada, la falta de gol. Pues bien, a las primeras de cambio se dio de bruces con él. Apenas un día después de pedir el fichaje de un extremo con gol, el choque de Los Cármenes refuerza su tesis de que su equipo es incapaz de traducir sus mejores momentos de juego en ocasiones y que, por tanto, necesita un refuerzo. La falta de gol es un lastre para un grupo que añade otro grave problema, la dificultad para crear juego, y anoche además la fragilidad defensiva.
El técnico pretende que ante la ausencia de un nueve de alto nivel, el resto de jugadores de ataque le den más. El nivel realizador de Raúl García, Williams y Muniain determinará los logros de la campaña. Y la pasada sólo el primero cumplió con 15 dianas en Liga (aunque ocho fueron de penalti). Williams y Muniain se quedaron en seis y cinco respectivamente, muy por debajo de lo que se espera de ellos.
El entrenador tiene claro que necesita recuperar su mejor versión. Y además, lanzó un mensaje al director deportivo y a la directiva al dar prioridad a un extremo con gol. Cualquier otro fichaje será recibido como el plan B. No citó a Berenguer, pero todos en el club saben a quién quiere.
A Williams, que no marca desde el 8 de marzo, también le mandó lo que en el fútbol se conoce como un 'recado'. Le recordó que es un jugador franquicia y que, por tanto, debe aportar más goles. Ayer, lastrado por el coronavirus, no estuvo en el once. El gol era en la primera parte cuestión de Raúl García, delantero centro, y Muniain, situado a su espalda. El debutante Morcillo colocó balones con veneno, pero de nada valieron. Y con De Marcos (0,08 goles por partido) no había que esperar mucho.
Pese a que las expectativas al ver el once no eran las mejores con Dani García y Vesga como medios centros y dos laterales por la derecha, Capa y De Marcos, el Athletic manejó el partido en el arranque. Con una presión alta desactivó a los atacantes del Granada. Le faltó, lo que pide Garitano, llevar a la red alguna de sus llegadas. De hecho, los rojiblancos se fueron al descanso sin probar a Rui Silva pese a que suyos fueron los únicos remates.
Garitano puso sobre el campo a todos los jugadores de ataque que tiene a excepción de Kodro e Iñigo Vicente, a los que ha dejado claro que son los últimos en su lista. Su equipo tuvo un 61% de posesión y más remates que el Granada (nueve contra cuatro), pero apenas dio sobresaltos a Rui Silva. El portugués detuvo su primer balón en el minuto 60 tras una volea de De Marcos. El nivel de la ofensiva fue tan decepcionante que el mejor entre ellos de largo fue Morcillo, al que debería valer dar la talla y no desentonar.
Con Garitano muchas veces sucede que lo más importante es lo que no dice. Anoche ocurrió cuando en varias ocasiones elogió el ataque del Granada, un equipo trabajador, pero no excepcional y que además ha perdido a su gran referencia ofensiva, Carlos Fernández, que ha vuelto al Sevilla. «Son equipos que tienen pegada y esa es la diferencia en el fútbol», dijo. Sólo le faltó decir que el suyo no tiene gol. Garitano cree que es el lastre de su proyecto.
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