El extraño dilema de Aduriz
Aritz Aduriz ·
El donostiarra deshoja la margarita de su continuidad condicionado por el interés del club en que siga un año másSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Aritz Aduriz ·
El donostiarra deshoja la margarita de su continuidad condicionado por el interés del club en que siga un año másAritz Aduriz está deshojando la margarita. Sigo o no sigo. Me lo imagino en esa tesitura y la verdad es que no sé qué pensar. Todo se está volviendo un poco confuso en este caso. Al menos, en lo que se refiere a la lógica. ... Esta nos indica que Aduriz, vista su edad -cumplirá 39 años en febrero- y su estado físico a lo largo de la temporada, tendría que dejarlo y despedirse como un señor. Ya ha dado al Athletic lo suficiente. Mucho más de lo que podíamos imaginar cuando regresó en 2012. Al donostiarra, en fin, le tocaría colgar las botas e inaugurar tranquilo su localidad en el Olimpo rojiblanco.
Estoy por asegurar -y adelanto que se trata de una conjetura porque Aduriz no ha hablado con nadie del tema- que había decidido retirarse. Desde luego, estoy seguro de que nunca ha querido prolongar su carrera más allá de lo necesario y que odia la idea de que su última imagen en el terreno de juego sea la de uno de esos grandes futbolistas que no han sabido decir adiós a tiempo y han acabado dando lástima. Y, sin embargo, parece que va a seguir y que gran parte de la culpa de su continuidad la tiene el propio club. Aitor Elizegi ha dicho que quiere que siga. Esto, en el fondo, no tiene excesiva importancia. A la hora de expresar sus deseos, el presidente habla con el corazón, como un aficionado más. ¡No va a decir que quiere que se vaya con viento fresco!
Mucho más importante me parece la opinión de los profesionales, es decir, de aquellos que están obligados a hablar no desde el sentimiento sino desde el estricto rendimiento. Pues bien, tanto Rafa Alkorta como Gaizka Garitano están intentando convencer a Aduriz para que continúe. Así lo han reconocido. Reconozco que me sorprenden sus desvelos para retener al donostiarra. No los acabo de entender. Hasta se me antoja un poco cruel pedirle al jugador este último esfuerzo cuando ya está tan machacado. Me pregunto si no es un claro síntoma de la debilidad del equipo y de la desconfianza que existe en los jóvenes. Por supuesto, intento consolarme pensando que nos falta información, que Aduriz no está tan mal como nos lo ha parecido durante toda la temporada y todavía puede darnos una agradable sorpresa.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.