Europa cada vez más lejos

En la primera aproximación del equipo de Robert Moreno a la meta de Unai Simón, y tras una buena acción individual de Machís, el equipo andaluz conseguía igualar el partido. El gol dejó tocado al Athletic que acusó el golpe recibido y dio alas a un Granada que empezó a tener más protagonismo acercándose más al área rival hasta que tras una pérdida de Iker el conjunto nazarí daba la vuelta al marcador por medio de Molina.

Tras el descanso, Raúl estuvo a punto de conseguir el empate pero su tiro lejano se estrelló en el larguero. Marcelino, buscando otras alternativas, movió el banquillo dando entrada a Iñaki Willians y Zarraga por Sancet y Dani García. Una de ellas era buscar balones largos a la peinada de Raúl y aprovechar la velocidad de Iñaki. Afortunadamente con esta fórmula llegó el gol del empate. El Athletic insistió, lo intentó pero no pudo pasar de un nuevo empate en un partido cargado de despropósitos.

El plan B tampoco convence

Partido de sensaciones muy distintas el vivido anoche en San Mamés. La primera de ellas, incertidumbre. Marcelino pedía esta semana evitar juzgar y meter presión al equipo por la preocupante falta de gol. El asturiano admitía que «no estamos teniendo eficacia» y revolucionó el ataque, cambiando a dos de los cuatro atacantes, los denominados jugadores franquicia.

La segunda, entusiasmo. El Athletic se adelantaba rápido en el marcador y presionaba buscando la victoria. Muniain robaba, como siempre muy atento, y Raúl García marcaba a placer, siguiendo de cerca la jugada. Parecía que se iba a vivir una noche de alegrías.

Pero pronto llegaría la tercera, desilusión. Empate y remontada del Granada. El partido se ponía cuesta arriba. Tras el descanso, el Athletic llevó la iniciativa y en una carambola Maximiano se metió en propia el definitivo empate. El plan B de Marcelino tampoco convence y sigue mostrando las carencias del equipo de cara a la creación y, especialmente, a la definición. El Athletic suma solo un punto que le sigue alejando de Europa.