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El derbi de este sábado en San Mamés ofrece muy pocas dudas a los aficionados en cuanto al tipo de partido que verán cuando se sienten en las gradas o se coloquen delante del televisor. Gaizka Garitano y José Luis Mendilibar son dos entrenadores con ... un discurso muy claro y un estilo inalterable en sus respectivos equipos. Así que desde el minuto uno que nadie espere florituras, ritmo lento y mucho toque de balón. Athletic y Eibar se lanzarán a la pelea por cada balón, por avanzar en cada metro del terreno de juego, por presionar arriba, por carreras de los laterales y por centros en busca de un remate certero. Fútbol físico, mucho trabajo y que gane el mejor.
Hasta el momento, pese a partir de puntos muy comunes, las cosas le han ido mucho mejor a Gaizka Garitano. Salvo en la derrota del pasado domingo en el Villamarín –que el técnico confía en que solo sea un accidente–, el Athletic ha demostrado contar con una tremenda solidez, que le había llevado a encajar nueve goles en 15 jornadas. El técnico de Derio ha hecho crecer a su grupo desde la defensa, una línea de cuatro que le está dando mucho al Athletic. Yuri y Capa aportan profundidad por los laterales, además de goles y asistencias, mientras Iñigo y Yeray forman una de las mejores parejas de centrales de la Liga. Con Dani García en labores de barrido por delante, al Athletic es muy complicado hacerle ocasiones.
Crecimiento desde la zaga
Mal momento
En cuanto a la elaboración del juego, se busca la velocidad, la verticalidad de un jugador como Williams y la pegada y el olfato de un todoterreno como Raúl García, fundamental en el esquema que plantea el preparador de Derio. En el debe aparece el acierto realizador. 19 goles en 16 jornadas evidencian que al Athletic le cuesta mucho marcar, pero hasta ahora, su fortaleza defensiva le ha permitido solventar ese contratiempo.
El Eibar, por su parte, sigue fiel al estilo Mendilibar. Presión para ahogar al rival en la salida de balón, velocidad, un rimo muy alto de juego... Sin embargo, las cosas no funcionan como en anteriores temporadas. La marcha de futbolistas importantes no ha sido compensada y de los que siguen, solo Fabián Orellana mantiene cifras importantes.
Además, los 15 goles a favor y 28 en contra evidencian dos problemas de este Eibar. Primero que los armeros no son capaces de crear el peligro que creaban en temporadas anteriores, y que sus delanteros no están acertados, ya que el máximo realizador es el delantero chileno, con cuatro tantos. Y en defensa, el Eibar es mucho menos sólido, los rivales superan mejor la presión armera y llegan con más soltura a los dominios de Dmitrovic.
Y además, Mendilibar se ha encontrado con otro problema a solucionar. La plantilla, veterana, no aguanta el intenso ritmo que plantea el estilo del técnico de Zaldibar, y sufre muchísimo en las segundas partes, que es donde los rivales más daño le hacen.
Sorprende que en este apartado, el de mejor asistente de un equipo, aparezca un lateral. No tanto en el caso del Athletic, por su estilo de juego. Gaizka Garitano ha dotado de mucha profundidad a su equipo, en especial cuando juega en casa, y los laterales buscan siempre que pueden la línea de fondo. Ander Capa, con cuatro asistencias, es el futbolista que suministra más pases de gol a sus compañeros, con acciones tan clásicas como la de marcharse por potencia de su par y colocar envíos medidos. El exarmero tiene como contrapunto en el Eibar al futbolista con más talento de José Luis Mendilibar, como es Fabián Orellana, que con cuatro asistencias y cuatro goles, marca las diferencias en el juego de ataque armero. Su ausencia por sanción pesará mucho en el Eibar.
Los pases que ha dado cada equipo en estas 16 jornadas reflejan las zonas de elaboración de Athletic y Eibar y cómo tratan de construir su fútbol. Ambos tienen un sistema muy parecido, donde el centro del campo no tiene un peso fundamental en este apartado. Aunque en el Athletic el futbolista que más pases da es Dani García, se trata de un pivote que muchas veces se pega a la línea de centrales, y que la mayoría de sus centros son en corto para que otro compañero, como por ejemplo Unai López, lo envíe en largo o busque la ruptura por las bandas. En el caso del Eibar, que sea un central no es sorprendente. Ellos son los encargados de enviar el balón a las bandas, mientras los centrocampistas tienen un peso me nor en la elaboración y se utilizan como apoyos.
Las recuperaciones de balón son cosa de los centrales en ambos equipos. También tiene que ver con el estilo que practican Athletic y Eibar, que presionan alto y que obligan a los rivales a jugar en largo para superar esa primera línea de presión, por lo que facilitan las labores de recuperación de los defensas. Hasta los 3 goles del Betis la pasada jornada, el Athletic solo había encajado 9, lo que refleja el gran trabajo defensivo que hace el cuatro de Garitano en cada partido. Iñigo Martínez, el central más sólido y más agresivo, es quien más recupera en el Athletic. Lo mismo sucede en el cuadro armero, donde Oliveira trata de demostrar que el hecho de ser el fichaje más caro de la historia del Eibar no le pasa factura. Hasta el momento suma 20 recuperaciones.
En una faceta relacionada con el ataque, no podían faltar dos de los futbolistas más productivos de ambos equipos. En el caso del Athletic, Raúl García es un referente, cuya ausencia quedó reflejada en el desarrollo del partido del pasado domingo en el Villamarín. Tanto de mediapunta o de delantero, el navarro siempre se deja notar y busca el disparo a la mínima oportunidad. Sus 32 disparos así lo demuestran, lo que le ha permido marcar cinco goles en 16 encuentros. Fabián Orellana, por su parte, acumula 22 disparos en lo que se lleva de Liga. Eso sí, su rendimiento ha ido de más a menos en el campeonato, y en los últimos encuentros no ha brillado. Además, fue expulsado el pasado fin de semana contra el Getafe, en una acción infantil y muy dolorosa para el Eibar.
Que Williams sea el futbolista del Athletic que más fueras de juego comete tampoco sorprende, teniendo en cuenta la forma de juego del Athletic. Los de Garitano son muy verticales a la hora de atacar, y la baza de la velocidad del rojiblanco es un recurso muy utilizado, en especial cuando Williams juega por la banda derecha, como sucedió en las últimas jornadas que Raúl García ocupó el puesto de delantero centro. El vivir al límite de la posición correcta para salir en velocidad tiene su riesgo, y Williams ha cometido nueve fueras de juego, más que el doble que los de Orellana, que ha sufrido cuatro. Los armeros son más de tratar de recuperar rápido, balones a la banda y centros al área, por eso jugadores como Inui, Kike o Charles son otros de los que caen en posiciones incorrectas.
Se podría pensar que en la faceta de faltas cometidas debería aparecer o un pivote o un central, pero en el Athletic este ranking lo encabeza Raúl García, el futbolista que aparece en todas las batallas. Pero en el caso del navarro, que sea el que más faltas comete hay que unirlo a su labor cuando el Athletic inicia sus tareas defensivas, porque él forma parte de la primera línea de presión, el jugador encargado de presionar a los rivales lo más arriba posible bien para robar o bien para impedir que armen la jugada de ataque de forma rápida. En el Eibar, la táctica en tareas defensivas es similar, con una gran presión en posisiciones adelantadas que obliga a esos futbolistas a cargarse de faltas, aunque en su caso, el que más sufre es Diop, el pivote defensivo, que no estará en San Mamés por sanción.
Se busca talento y habilidad para el derbi, podría titularse este apartado, porque los dos futbolistas que más encaran y que buscan siempre ser desequilibrantes no estarán en el derbi de La Catedral. Iker Muniain es el jugador del Athletic que más regates completa, con 24, una cifra que no es demasiado elevada y que demuestra que el estilo de juego del Athletic se basa más en el pase y velocidad que en tratar de desbordar con regates. Orenalla, con 42 completados, confirma que es la referencia en el juego del ataque armero, el futbolista que lidera las estadísticas del Eibar y que no se cansa de fabricarse sus propias jugadas encarando a los rivales. Sin el chileno y sin Diop, a Mendilibar se le acumulan los problemas para tratar de revertir una situación de cuatro derrotas consecutivas.
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