«Los escoceses ven al Athletic como algo único»

De Quadra es familiar de una de las sagas más importantes de la historia del Athletic, los Belauste. Su abuelo, Santiago, jugó cuatro campañas en el club, entre 1910 y 1914. «Era la época en la que ellos mismos se compraban las botas y las camisetas. Una lesión le impidió jugar más», evoca. Mejor les fue a sus tíos-abuelos Ramón, Santiago y, sobre todo, a José María Belauste.

Era un gigantón de 1,95 que ocupa un lugar de honor en la historia del fútbol por ser el autor del grito «A mi Sabino que los arrollo» en los Juegos Olímpicos de Amberes'1920, la frase fundacional de la 'Furia española'.

La paradoja es que era de profundas convicciones nacionalistas y que se exilió una temporada tras proclamar «Muera España» en un mitin. En el Athletic jugó 15 años hasta que se retiró con 36. Ganó seis Copas en una época en la que no se disputaba la Liga.

«Cada vez que los escoceses me preguntan por mi equipo esperan que las diga que soy del Celtic o del Rangers, pero les sorprendo cuando respondo que soy del Athletic». Y este es el detonante de un nuevo escenario. «Alucinan que sea un equipo de canteranos, que sólo juegue con gente de la tierra. Es algo que les parece maravilloso. El Athletic es visto en Escocia como un equipo muy especial, como algo único. Se identifican mucho con su filosofía y además les encanta que no sea de un propietario. Es algo que de alguna forma les recuerda a lo que fueron».

Jugar con canteranos es algo que se aprecia en Celtic Park. El gran éxito del próximo rival en pretemporada del Athletic es la Copa de Europa de 1967, un título diferencial con el Rangers. Fue el primer club británico en conseguirla y lo hizo con una generación de jugadores nacidos en un radio de 40 kilómetros alrededor del mítico Celtic Park. «De vez en cuando alguien te dice que estuvo en la final de Lisboa y lo presenta con gran orgullo, como uno de los momentos más importantes de su vida», explica De Quadra.

La división en el fútbol de Glasgow es patente. A un lado el Celtic, fundado por un religioso irlandés en 1987 y que lleva casi 150 años como representante de los católicos. El Rangers es imagen de los protestantes. «El conflicto de Irlanda del Norte ha sido absorbido por la hinchadas de los dos equipos. Es habitual que los de Celtic enarbolen banderas irlandesas y los del Rangers las unionistas, de la Union Jack».

En los dos lados hay independentistas, pero es llamativo que las banderas escocesas son relativamente poco usuales en las gradas de los estadios de Glasgow. No es extraño por tanto que el Celtic sea el equipo escocés número uno en Irlanda. El sábado jugó en el Aviva Stadium de Dublín ante el Wolverhampton (donde el Athletic se mide el próximo domingo al United) y se reunieron 30.000 espectadores, la gran mayoría partidarios de los verdiblancos.

El Old Firm es el derbi mundial más veces jugado. Celtic y Rangers se han medido en 605 ocasiones. «Hay que tener en cuenta que como en la Premier escocesa hay doce equipos cada Liga tiene cuatro vueltas», explica De Quadra. El Rangers gana en el balance por 251 triunfos contra 216.

Hay una historia hostil entre ambos cargada de violencia sectaria y muertes. «En los años 70 y 80 las calles se quedaban vacías cuando se enfrentaban. La gente tenía miedo porque se armaba la gorda. Las calles quedaban vacías», indica el bilbaíno. Los dos clubes admitieron que tenían un problema y tomaron medidas. Hoy los ánimos están más apaciguados. Estos días la discusión entre ellos gira ante un asunto tan trivial como si hay correspondencia en el número de entradas que manda un equipo al otro para sus próximos derbis.