La Ertzaintza blinda los accesos a San Mamés para separar a las aficiones

El pasado mes de mayo protagonizaron graves incidentes en el partido de vuelta en su estadio de las semifinales de la Conference contra el West Ham. Los radicales atacaron a los familiares de los futbolistas del conjunto visitante. Los deportistas tuvieron que acceder a las gradas para defender a sus allegados. Como consecuencia de ello, el club expulsó a 43 ultras que participaron en los hechos y les prohibió, de por vida, volver al recinto deportivo del AZ.

A pesar de que el de esta noche no ha sido catalogado como un partido de alto riesgo, la Consejería de Seguridad ha preparado un dispositivo con 300 agentes de la Ertzaintza para evitar altercados. Más aún cuando la violenta conducta de los ultras del Athletic, que alcanzó el jueves pasado uno de sus momentos más peligrosos con el vergonzoso encendido y lanzamiento de bengalas a los aficionados de la Roma en el Olímpico, ha colocado al club rojiblanco en el punto de mira de la UEFA.

El Athletic reaccionó de inmediato con un duro comunicado contra los radicales que protgonizaron los incidentes, y este martes hizo público otro documento con medidas contundentes contra quienes cometan actos violentos y colaboren con ellos, por ejemplo cediéndoles su carné de socios. También prohibirá el acceso a San Mamés y a las instalaciones de Lezama a aquellas personas no socias del club implicadas de forma directa o indirecta en hechos delictivos. La prohibición puede ser de por vida.

Los dirigentes de Ibaigane tienen asumido que lo ocurrido en el primer encuentro de la liguilla de la competición continental acarreará una sanción económica. Lo que temen es que el Comité de Control, Ética y Disciplina vaya más allá y añada a la multa una decisión que afectaría al conjunto de la afición: denegar las entradas para que Ibaigane active un sorteo y las distribuya entre sus seguidores de cara a un próximo desplazamiento europeo del equipo.